MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha anunciado la apertura de un nuevo campamento para paliar la masiva llegada de somalíes al sureste de Etiopía, donde ya viven unos 214.000 personas huidas del país vecino.
De estos 214.000 refugiados, 170.000 se encuentran en los campamentos de Dollo Ado, el segundo mayor complejo de este tipo del mundo sólo por detrás del de Dadaab, situado en Kenia y que también acoge a personas llegadas de Somalia.
Ante la persistencia del conflicto y la inseguridad en territorio somalí, "el Gobierno etiope ha autorizado la apertura de un sexto enclave y ha cedido tierra entre la localidad de Kole y el campamento de Kobe, unos 54 kilómetros al norte de Dollo Ado", ha explicado en Ginebra un portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic.
La agencia de la ONU ha calculado que la apertura del nuevo campamento, incluyendo infraestructuras y servicios básicos, supondrá "más de cinco millones de dólares", unos 3,8 millones de euros al cambio actual. Mahecic ha apelado a la solidaridad de los donantes para cubrir este presupuesto y dotar de recursos a las ONG que trabajarían en este enclave.
Para la fase inicial, ACNUR necesita de forma urgente 1,5 millones de dólares que irán destinados a preparar el terreno, delimitarlo y levantar las infraestructuras más básicas, según un comunicado de Naciones Unidas. Las características de la zona, de carácter rocosa, complican estas obras iniciales.
"Los refugiados llegan con apenas unas pocas pertenencias", ha subrayado el portavoz, que ha identificado como "necesidades más urgentes" para estas personas "cobijo de emergencia, comida y elementos básicos de ayuda".
ACNUR ya fletó la semana pasada nueve camiones desde Kenia para transportar 10.000 sábanas plásticas, 500 rollos de plástico, 20.000 mantas, 15.000 esterillas, 15.000 mosquiteras y 10.000 garrafas plegables.
Además, Dollo Ado cuenta desde hace dos semanas con una nueva pista de aterrizaje de 1.600 metros financiada por el Gobierno de Estados Unidos y que, según Maheci, representa una "gran mejora para las organizaciones humanitarias" que trabajan en esa zona y que hasta ahora dependían de otra pista cuyo uso depende de la meteorología.
El único acceso terrestre "supone un viaje de tres días por malas carreteras", lo que "retrasa gravemente las intervenciones de emergencia y las evacuaciones médicas urgentes", ha añadido el representante de ACNUR.
El conflicto que sufre Somalia desde hace más de dos décadas ha obligado a más de dos millones de sus ciudadanos a abandonar sus hogares, bien sea para desplazarse a otra zona dentro del país más segura o para cruzar las fronteras. La sequía y consecuente hambruna registrada el año pasado en Somalia significó el desplazamiento de medio millón de personas.
Alrededor de un millón de somalíes se encuentran refugiados en otros países, especialmente en Kenia, donde viven alrededor de la mitad de ellos.
