INCA, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presunto asesino de Ana Niculai, Alejandro de Abarca, conocido como 'el enano', ha ratificado este miércoles ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Inca, Laura Mestre, que acabó con la vida de la joven rumana, que el pasado día 19 fue hallada calcinada en el maletero de un vehículo.
Tras una comparecencia de aproximadamente hora y media, y en la que ha ofrecido más detalles sobre el siniestro, la magistrada ha acordado la práctica de la reconstrucción de los hechos, por lo que una comitiva integrada por el detenido, la jueza, el fiscal superior de Baleares, Bartomeu Barceló, así como el abogado de Abarca y los de las acusaciones, se han desplazado hasta la zona de S'Albufera, donde se ha centrado parte de las investigaciones, según han informado fuentes jurídicas.
De este modo, el imputado abandonó las dependencias judiciales en torno a las 15.30 horas en medio de fuertes medidas de seguridad y los abucheos de una treintena de personas que aguardan en la calle durante toda la jornada. Fue en ese instante cuando la pareja de una joven que presuntamente fue secuestrada por 'el enano' durante su fuga, propinó un fuerte golpe al vehículo en el que se han llevado al detenido y los agentes han tenido que reducirle, pese a que tras ello el hombre, visiblemente alterado, continuaba profiriendo voces contra el coche que se alejaba.
Una vez practicadas las diligencias sobre el terreno, todos volverán a los juzgados para estar presentes en una vista en la que la Fiscalía y las acusaciones particulares personadas -en nombre de la familia y del novio de la víctima- darán a conocer las medidas cautelares que solicitarán. Los abogados de la acusación ya anunciaron el martes que solicitarán prisión provisional sin fianza para el presunto autor de los hechos.
Finalmente, la jueza decidirá la medida a imponer contra el imputado, quien el martes reconoció haber acabado con la vida de la joven y confesó que la mató con una inyección de heroína, y que posteriormente, cuando ya había fallecido, quemó el coche para borrar huellas.
Así lo puso de manifiesto en la segunda declaración que efectuó el martes en la Guardia Civil, tras ser detenido el pasado lunes, y después de que en una primera comparecencia en dependencias del Instituto Armado negara tener vinculación con los hechos.
Según ha señalado el abogado de la familia de Niculai, Antonio Monserrat, que ejerce la acusación particular, el imputado afirmó que su única intención era robar el coche, ya que no quería matarla, tal y como ha explicado este miércoles en medio de una gran expectación mediática ante los juzgados de Inca, donde el presunto asesino se encuentra a la espera de prestar declaración ante el juez de Primera Instancia e Instrucción número 3.
En su segunda comparecencia, De Abarca relató que tras hacerse con el vehículo de Niculai, la maniató, la golpeó por detrás y con una mordaza la introdujo en el maletero. Una versión que coincide además con la ofrecida por multitud de testigos que han sido interrogados y que vieron la trayectoria que siguió el conocido como 'el enano' desde que raptó a su víctima.
Según la declaración de De Abarca, tras robar el coche con Niculai dentro, se dirigió hasta el poblado de Son Banya, donde compró cinco gramos de heroína así como otra cantidad de 'speed'. Tras ello, "me chuté mucha cantidad, y me encontraba muy nervioso", declaró ante la Guardia Civil, aseverando que su pretensión no era acabar con la vida de la joven y que todo fue "circunstancial".
Tal y como puso de manifiesto, cuando calcinó el coche para no dejar huellas de lo ocurrido, se dio a la fuga porque, reiteró, "estaba muy nervioso" y preocupado de que le arrestasen "por haber sustraido el vehículo", aunque aseguró no recordar el momento en que Ana perdió la vida ya que se encontraba bajo los efectos de la droga.
