Anciana que coincidió con Teresa Romero en el centro de salud, y que está en seguimiento, vive "con miedo"

Actualizado: jueves, 9 octubre 2014 11:05

Le han recomendado mascarilla y guantes para hacer la comida, y no acercarse a un metro a sus familiares

   ALCORCÓN, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

Una mujer de 70 años de edad que actualmente está en seguimiento por parte de la Consejería de Sanidad por haber estado en la misma consulta del centro de salud Pedro Laín Entralgo el mismo día que la enfermera contagiada por ébola, ha reconocido este jueves que vive "con miedo" su situación y ha expresado que es "muy difícil" llegar a hacer vida normal cuando le han ordenado estar a "un metro de distancia" de otras personas y que no "salga de casa".

En declaraciones a Europa Press Televisión, la vecina de Alcorcón ha señalado a las puertas del centro de salud donde acudió la auxiliar por primera vez tras percibir los primeros síntomas de ébola, la anciana ha afirmado que está "estresada y con miedo".

Así, ha explicado que le han recomendado que tome precauciones tales como ponerse guantes y mascarilla para hacer la comida, no coger el autobús o no tener contacto físico ni siquiera con sus familiares con los que actualmente convive.

Han pasado ya siete días desde que coincidió con la auxiliar de enfermería contagiada por ébola y le quedan quince días --hasta sumar los 21 días de incubación del virus-- en los que tiene que tomarse la temperatura dos veces al día, comunicarla a Sanidad y estar pendiente de si "pasa de los 38 grados" acudir "inmediatamente" al centro de Salud. "Me dicen ahora que no trate con personas ni salga de casa, pero ¿qué pasa con todos con los que he tratado hasta ahora?", se ha cuestionado

No obstante, la mujer ha reconocido que se toma con sentido del humor su caso aunque no se quite de la "cabeza" en ningún momento que podría llegar a estar contagiada por el virus. "En los casos difíciles me río siempre", ha contado para después narrar que su marido, más "aprehensivo" que ella, "está todo" el día limpiando la casa y ha llegado hasta a "decolorar los sofás" por limpiarlos con lejía. "Si no me echa de casa es por casualidad", ha bromeado.

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