MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
La 'Plataforma Bebé-Aído' y 'Asturias por la Vida' llevaron este jueves al Congreso 350 réplicas de fetos de plástico de 12 semanas de gestación para que se entreguen a cada uno de los diputados de esta Cámara con el objetivo de que "tomen las decisiones conociendo la realidad y voten en conciencia".
La portavoz de 'Asturias por la Vida', Gema Sala, explicó que el muñeco conocido como 'Bebe-Aído', que tiene un tamaño de 4,5 centímetros, será entregado a los diputados en un sobre junto con una carta en la que se pone de manifiesto que "si se aprueba una ley de plazos sin ningún control en España, miles de bebés como éste morirán cada año". "En sus manos está el decidirlo", agrega la misiva.
En el texto se pregunta al parlamentario si, a tenor de la réplica de un bebé de 12 semanas, "no le parece que es una vida humana" y si no "es más científico y más progresista considerar el aborto un atentado a la vida y no un derecho".
UNA FRASE DE HITLER EN EL SOBRE
En el mismo sobre, hay escrita una frase atribuida a Adolf Hitler en 1939 que dice: "Un judío, independientemente de su edad, es claro que es un ser vivo; ahora bien, no puede afirmarse que sea un ser humano. No hay base científica para ello".
Dichas palabras han sido escogidas por su similitud con las declaraciones que hizo la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, cuando aseguró que un feto de 13 semanas "es un ser vivo, claro, pero no un ser humano porque eso no tiene ninguna base científica".
Gema Sala reconoce que "es una frase muy fuerte" en la que Hitler "no decía soy malo y voy a matar judíos, si no que decía lo que decía", y añadió que a la largo de la historia "las barbaries siempre han estado justificadas" y en el caso del aborto "es el momento de dar marcha atrás".
En el sobre aparece escrita otra frase, en este caso del biólogo y Premio Nobel Jean Rostand, quien afirma que: "en la primera célula constitutiva de la persona humana, es decir, en el óvulo fecundado, existe un ser humano y está todo entero, con todas sus potencialidades".
Según dijo Sala, "se ha convivido mucho tiempo con las secuelas del aborto, no sólo de las vidas humanas que se pierden, también las de las mujeres que quedan silenciadas y dolidas y sufren el síndrome post-aborto".
Por último, indicó que "un mal no puede convertirse en un derecho" y agregó que sólo pretenden, "sin demonizar a nadie", informar a los diputados sobre qué supone interrumpir un embarazo.
