Armadores reclaman a Salvamento Marítimo tras el hundimiento del Rosamar que "no cuestione" las alarmas

Actualizado: sábado, 6 diciembre 2008 20:58

Creen "imperdonable" que se hunda un barco "a 20 millas de la costa" y aseguran que el "fallo" es de Salvamento y "no de la tripulación"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -

Armadores de Burela (Lugo) reclaman a Salvamento Marítimo que "no cuestione" las alarmas generadas en alta mar y que "se persone siempre" que haya alguna, y compruebe 'in situ' si se trata de un caso "falso" o no.

"Su trabajo es comprobarlo", recriminaron, e incidieron en que "si después es una falsa alarma, mejor". Estas declaraciones realizadas a Europa Press responden a que el operativo de rescate del 'Rosamar' se retrasó diez minutos debido a que, tras recibir el aviso, Salvamento contactó por teléfono con un tripulante que aseguró que el buque permanecía amarrado a puerto, debido a una confusión con un buque de la misma empresa, de nombre 'Seiramar'.

Los armadores lucenses defendieron que "tras cinco o diez minutos en el agua, con la temperatura a la que se encuentra, mueres" y avalaron esta afirmación en "estudios" que así lo demuestran.

Así, el relación con el naufragio del arrastrero 'Rosamar', en el que, al menos, tres marineros perdieron la vida --otros cinco se encuentran desaparecidos--; consideraron "vergonzoso" e "imperdonable" que ocurran situaciones de este tipo "a 20 millas de la costa", puesto que el pesquero de bandera portuguesa se hundió a 24 millas al norte de Burela.

"Si llegan un poco antes, a lo mejor hay más supervivientes", razonaron, y enfatizaron que "el fallo" es de Salvamento Marítimo y "no de la tripulación".

Después de que declararan cuatro de los supervivientes --el quinto se encontraba todavía hospitalizado-- ante la Guardia Civil y la Policía Judicial en la Capitanía Marítima de Burela, los mismos armadores consultados por Europa Press explicaron que el barco "desapareció en cuatro minutos", puesto que, según razonaron, "el patrón ni siquiera fue capaz de pulsar la tecla para dar la señal de alarma a los compañeros más cercanos". "Fue inmediato", coincidieron.

Además, relataron la "psicosis" de los supervivientes tras la tragedia e insistieron en que "no se debe culpar a la tripulación", ya que "nadie quería suicidarse".

"Las puertas de pantano -donde se mete el pescado- se abren para maniobrar y si entra agua en esa compuerta, afecta a la estabilidad del barco", explicaron, al tiempo que reflexionaron que "pudo entrar una ola grande con cuatro o cinco toneladas de agua". "Ésas te hunden", lamentaron, pero apuntaron que estas circunstancias "pasan una vez de cada millón de maniobras".

QUINTO SUPERVIVIENTE

Después que los portugueses Adriano Olibeira, Serginho Da Silva y Augusto Maia de Jesús, y el indonesio Casman, declararan en Burela tras ser dados de alta en el Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac), mañana hará lo propio el quinto superviviente, Luis Olibeira, que abandonó el centro sanitario a las 11.30 horas de hoy.

De momento, tras recuperarse de la hipotermia y las diversas contusiones que sufrió, se encuentra en un hotel de la localidad lucense y mañana pasará a disposición judicial para declarar en la Capitanía Marítima sobre las causas del hundimiento del pesquero.

Según fuentes hospitalarias, los supervivientes proceden de villas marineras de la costa portuguesa norte, en concreto, de las localidades de Gala --próxima a Figueira da Foz--, Murtosa --situada cerca de Aveiro-- y de Matosinhos --cercana a Oporto--.

En cuanto a los fallecidos, Mario Castaño da Silva -patrón del barco-, José Tomé -primer mecánico- y José Agraca -contramaestre de redes-, que fueron hallados entre los aparejos del barco; fueron sometidos a una autopsia en el hospital de Burela y hoy permanecen en el tanatorio de Foz (Lugo), a la espera de ser repatriados a Portugal.

OPERACIONES DE BÚSQUEDA

A respecto de las operaciones de búsqueda para localizar a los cinco tripulantes del barco que se encuentran desaparecidos, Salvamento Marítimo informó a Europa Press de que, durante la jornada de hoy "se encontraron restos del buque", que se recogieron y se llevaron a tierra "por seguridad y por limpieza".

Tras paralizar la búsqueda por la noche, mañana se retomará a primera hora, puesto que, según admitieron, "cuanto más tiempo pase, más difícil" puede ser encontrarlos.

De momento, las labores se centran en la zona de la frontera de Galicia con Asturias, es decir, al este del lugar del hundimiento, debido a los movimientos de las aguas derivadas de los vientos y las corrientes.

PÉSAME

Por su parte, la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, se puso en contacto con el secretario das Pescas del país luso, Eurico Monteiro, para trasladarle el pésame del Gobierno gallego y ofrecerle "toda la cooperación y todo lo que necesite".

Del mismo modo, el acto cargo del país vecino agradeció las muestras de apoyo recibidas de la Xunta y le manifestó su voluntad de "seguir en contacto".