SANTANDER/OVIEDO, 31 Dic. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Oviedo y administrador apostólico de la diócesis de Santander, Carlos Osoro, destaca en una carta pastoral con motivo de la fiesta de la Sagrada Familia, que se celebrará hoy, 31 de diciembre, el valor de la familia y el matrimonio, y anima a las familias cristianas a "ser escuela del más rico humanismo" y formadoras de personas "integrales, fuertes y equilibradas para la sociedad".
En su pastoral, Monseñor Osoro subraya que la Iglesia es consciente de que el matrimonio y la familia constituyen "uno de los bienes más preciosos de la humanidad", y pide por ello a todas las familias cristianas que hagan sentir su voz y ofrezcan "toda la ayuda, que es mucha", a la humanidad.
Según Carlos Osoro, es necesaria "una reflexión profunda que reconozca en nuestra cultura, los verdaderos valores y defienda los verdaderos derechos del hombre y de la mujer", de tal manera que se promueva la justicia en las estructuras de la sociedad. "La familia necesita de esta reflexión sin prejuicios de ningún tipo", remarca en la pastoral.
El Arzobispo de Oviedo también se refiere en su carta al papel de la ciencia en la sociedad actual y señala que en la construcción del nuevo humanismo, la ciencia y las aplicaciones técnicas de la misma, ayudan y ofrecen nuevas posibilidades, "siempre que a la ciencia y a la técnica en sus investigaciones, no la dirijan opciones políticas o ideológicas, pues entonces se trastoca el significado original y la promoción de la persona humana", apostilla.
Apunta al respecto que "hay que tener el coraje hoy, como lo hace la verdadera ciencia y sus aplicaciones técnicas, de querer volver a comprender el sentido último de la vida y de sus valores fundamentales". "La ciencia es aliada de la sabiduría. Y nuestra época, tiene necesidad de la sabiduría para humanizar con el verdadero humanismo o el humanismo verdad", señala el Arzobispo de Oviedo.
Sobre el matrimonio, Monseñor Carlos Osoro subraya que la sexualidad mediante la cual se dan el hombre y la mujer, "no es algo puramente biológico", sino que "afecta al ser y al núcleo íntimo de la persona humana en cuanto tal".
Añade respecto al sexo, que la sexualidad "se realiza verdaderamente de modo humano, cuando forma parte íntegra del amor con que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre sí hasta la muerte", y afirma que "esta entrega en totalidad que exige el amor conyugal, es exigencia de una fecundidad responsable y está orientada a engendrar una persona humana. Y el único lugar en el que es posible esta donación, es en el matrimonio, donde el hombre y la mujer aceptan la comunidad íntima de vida y amor", apunta.
SERVICIO A LA VIDA
En su pastoral, Carlos Osoro destaca que "la misión fundamental de la familia es el servicio a la vida, que no concluye con la generación responsable", sino que debe continuar con la tarea educativa "que promueva en todos los miembros de la familia la consolidación de los valores fundamentales: sentido de justicia, sentido del verdadero amor, solicitud hacia los demás, especialmente a quienes más lo necesitan".
Tras señalar que "el amor humano que en el matrimonio cristiano se convierte en signo de gracia, tiene que desbordar sobre toda la realidad creada, desde el sexo a las instituciones políticas", Osoro se refiere a tres aspectos que son "esenciales para que la Familia Cristiana cumpla su misión".
Así, en primer lugar, indica que la familia cristiana deber ser "formadora de personas integrales, fuertes y equilibradas para la sociedad", y como segundo aspecto destaca su papel de "educadora en la fe", recobrando su "capacidad evangelizadora", superando "cualquier intento de desintegración".
Finalmente, pide que la familia cristiana sea "promotora del desarrollo", y "escuela del más rico humanismo" y se haga presente en esta sociedad con lo que es, sin "miedo", ya que no está "pasada de moda", sino que es "lo más actual y la institución que más equilibrio da a la persona humana", indica.
