El arzobispo de Sevilla deplora el fallecimiento del cura supuestamente asesinado y ruega "estima" para los sacerdotes

Actualizado: domingo, 17 octubre 2010 15:15

Firma un decreto para apartar de su oficio al sacerdote que supuestamente abusó de un menor rumano, que chantajeó con otros dos a dicho cura

SEVILLA, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ha deplorado este domingo el hecho y las circunstancias del fallecimiento del cura Eduardo M., supuestamente asesinado por dos jóvenes en Sevilla capital, al tiempo que ha invitado a los cristianos a seguir "ayudando y estimando" a los sacerdotes.

Así, en una carta remitida a Europa Press, el arzobispo ha expresado su "gran dolor", ha encomendado al difunto a "la misericordia infinita de Dios" y reza por "la conversión de quienes le quitaron la vida".

Ante las circunstancias, ha manifestado su propósito de colaborar con la Justicia y ha invitado a los cristianos de la Archidiócesis a seguir "ayudando y estimando" a sus sacerdotes, "cuya inmensa mayoría son fieles a su ministerio y están dejando la vida al servicio de sus comunidades", ha puntualizado.

En estos momentos de "confusión y dolor", ha rogado a todos los sacerdotes que "les encomienden al Señor para que les sostenga y sigan viviendo con gozo su entrega a la hermosa vocación que les ha regalado en su Iglesia, al servicio del Evangelio y de sus hermanos".

SUSPENSIÓN DE OFICIO

Por otra parte, el 13 de octubre, el arzobispo firmó un decreto para apartar de su oficio pastoral y suspenderle del ejercicio del ministerio al cura que oficiaba misa en la parroquia de San José Obrero de San Juan de Aznalfarache (Sevilla), quien supuestamente abusó de un menor rumano y éste, junto con otros dos mayores de edad, chantajearon a dicho sacerdote.

No obstante, el arzobispo se entrevistó con el cura en cuestión, quien dos días después decidió espontáneamente abandonar la parroquia. Además, se ha incoado un proceso canónico, cuyas actas, en cumplimiento de las normas vigentes, serán enviadas a la Santa Sede para su decisión definitiva.

Por estos sucesos, monseñor Asenjo desea "confortar" también a sus sacerdotes, que deben ver en estas situaciones, "objetivamente deplorables y negativas, un signo, una llamada del Señor a ejercer con autenticidad creciente cada día su ministerio y a vivir fiel y santamente su sacerdocio".