El cardenal toledano inauguró hoy en la capital regional la XL Semana Social de España
TOLEDO, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, que inauguró hoy la XL Semana Social de España con el lema 'Propuestas cristianas para una cultura de la convivencia', señaló que en la actualidad "estamos muy necesitados" de tolerancia ya que es una exigencia básica para las relaciones humanas y aseguró que espera hallar en las fuentes y propuestas cristianas "caminos por los que avanzar por las sendas de la unidad y de la convivencia" entre pueblos, razas y religiones.
En su discurso durante el acto, celebrado en el toledano Teatro de Rojas, señaló que "una de las palabras que está más en boga en el lenguaje público es tolerancia, y es verdad que estamos muy necesitados de ella, por lo que pidió que "por el bien común de la convivencia" no se haga de la tolerancia "una palabra manida" y en la realidad se sea "muy respetuosos unos de otros", lo que requiere un largo aprendizaje, afirmó, "que no es ajeno al reconocimiento de la verdad".
Tras recordar el Tercer Concilio de Toledo del año 589, y las palabras del Papa Benedicto XVI siendo cardenal Ratzinger acerca de que el Concilio "ha creado futuro ha construido Europa, produciendo unidad a partir de la fuerza del espíritu", Cañizares dijo que tras el restablecimiento del cristianismo, se origina una convivencia que ha dado lugar a la denominación de Toledo como 'Ciudad de las Tres Culturas'" y representa "y es" signo de unidad, convivencia y "una verdadera tolerancia que tiene sus raíces y fundamentos cristianos".
Aseguró que en esta Semana Social van a estar presentes preguntas como "¿qué puede dar unidad y edificar convivencia entre los hombres y los pueblos?, ¿qué fuerzas pueden servir a la edificación de un nuevo futuro para una cultura de la convivencia?, o si ¿es todavía la fe cristiana, también hoy, 1417 años después del Tercer Concilio de Toledo una fuerza así?" (Cf. J. Ratzinger).
RELATIVISMO
El prelado toledano estimó que uno de los enemigos más fuertes y más difíciles para una sociedad tolerante y para cultura de la convivencia es el relativismo y el "desplome ético" que caracteriza muchos aspectos de la cultura contemporánea.
Incluso, según palabras del Papa Juan Pablo II "no falta quien considera este relativismo ético como una condición de la democracia, ya que sólo él garantizaría la tolerancia, el respeto recíproco entre las personas y la adhesión a las decisiones de la mayoría, mientras que las normas morales, consideradas objetivas y vinculantes, llevarían al autoritarismo y a la intolerancia".
Pero, agregó, cuando faltan estas normas morales, objetivas y vinculantes para todos, por ejemplo en lo concerniente al respeto a la vida, "todos somos testigos de las graves consecuencias que se originan".
"Es cierto, como señaló el Papa Juan pablo II en su Encíclica sobre la vida, que en la historia ha habido casos en los que se han cometido crímenes en nombre de la 'verdad'. Pero crímenes no menos graves y radicales negaciones de la libertad se siguen cometiendo también en nombre del 'relativismo ético'".
Destacó Cañizares que una sociedad tolerante y una cultura de la convivencia "se asienta sobre la verdad que nos hace libres y se realiza en el amor" y así una sociedad que destruya o disminuya la libertad, asentada en la verdad, o desvirtúe y desnaturalice la realidad del amor o la misma palabra "amor", "va de camino hacia la intolerancia" con lo que "si queremos ser libres y construir una sociedad tolerante, busquemos y sirvamos a la verdad que se realiza en el amor".
Para el cristiano, según Cañizares, ser tolerante y ser factor de una cultura de la convivencia no debiera ser un añadido, ya que "pertenece a su misma entraña". En este sentido, dijo que la tolerancia y la convivencia entre los hombres "es posible si cada uno respeta la dignidad personal y humana de los demás".
