VALLADOLID, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Valladolid, Braulio Rodríguez Plaza, defendió hoy su convencimiento de que la Eucaristía convierte a los fieles en contemporáneos del sacrificio del Señor al Padre de los cielos, "de modo que nos podamos asociar a este gesto de ofrenda y participar en la obra de nuestra salvación y la salvación del mundo".
Este es el principal mensaje del mitrado vallisoletano en su carta semanal, titulada 'Orar por los difuntos', en la que reflexiona sobre los motivos que llevan a los fieles a orar por los que ya han muerto. "¿Es posible hacerles bien una vez fallecidos y arrebatados de nuestro entorno? ¿O es a nosotros a quienes nos viene bien, cuando llega a muerte a nuestros seres queridos, pensar en ellos y creer que hacemos algo por ellos?", se pregunta el arzobispo en este texto al que tuvo acceso Europa Press.
Braulio Rodríguez aprovecha esta reflexión sobre el significado de la muerte de un allegado para recordar las palabras de San Pablo que "nos exhorta a no dejarnos abatir en esta ocasión como aquellos que no tienen ninguna esperanza". "El Apóstol no nos dice --explica el mitrado--, de ninguna manera, que neguemos el sufrimiento, sino que lo vivamos a la luz de la esperanza que viene a cristiano ofrecida por el Resucitado".
Para el arzobispo de Valladolid, "la vida, ofrecida por amor a la humanidad, por ti y por mí, la muerte de Jesús y, sobre todo, su resurrección posibilita romper el poder de la muerte y acercar a los vivos y a los muertos". En este sentido, asegura que Cristo abre a los fieles el acceso a la Vida de Dios, "de la que pueden participar nuestros difuntos, cuando esperan en la purificación el encuentro definitivo con el Padre".
Por todo ello, concluye que celebrar la Eucaristía es, "de alguna manera, situarnos en el punto de paso entre nuestro mundo y el Reino de amor y de felicidad que es la tierra prometida de todos los que pasan por Cristo".
