La "aspereza" de las aduanas portuguesas hace que los brasileños opten por Madrid para entrar en Europa

Actualizado: lunes, 24 marzo 2008 18:28

LISBOA, 24 Mar. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -

La capital portuguesa era la puerta de entrada tradicional de los brasileños a Europa, pero en los últimos años esta ruta se ha alterado a favor de Madrid, debido a la "aspereza" de las autoridades aduaneras lusas y a los precios más bajos de los vuelos a la capital española, según datos del ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil qu publica hoy el diario luso 'Público' y recogidos por Europa Press.

Desde 2005, el número de brasileños a los que no han permitido entrar en Portugal ha disminuido a la misma velocidad con la que aumenta el número de los que entran en España.

En opinión del director del Departamento de las comunidades Brasileñas en el Exterior (DCBE), Eduardo Gradinole, "una de las razones es el hecho de que Iberia imponga precios más baratos en los vuelos desde Brasil a Madrid que la aerolínea lusa TAP a Lisboa".

El otro motivo, dice, es la posición "inflexible" con la que se encuentran muchos brasileños cuando llegan a Portugal. "Recibimos muchas quejas de ciudadanos que dicen que las autoridades portuguesas son muy ásperas con los brasileños, hacen muchas preguntas, exigen muchos documentos, no tienen ninguna flexibilidad", explica el responsable.

En 2005, cerca de 2.200 brasileños no pudieron entrar en Portugal, en 2006 la cifra fue de 1.800 y en el primer semestre de 2007 fueron 980. "Incluso sin tener los datos completos de 2007, se verifica una regresión y al mismo tiempo, aumenta el número de brasileños que no pueden entrar en España".

El informe realizado por el DCBE refiere que "los españoles también dicen que la ruta se alteró porque, como en Portugal se habla la misma lengua, se hace más difícil esquivar a la autoridades debido a los intensos interrogatorios".

Sin embargo, Eduardo Gradinole, reconoce que, a pesar del elevado número de quejas sobre la actitud de las autoridades lusas, la situación "no es tan grave" como la que se verifica en España. "No queremos que ningún país no cumpla las reglas del Tratado de Schengen, pero tiene que haber sentido común, no se pueden exigir todos los requisitos de una forma inflexible, eso afecta a los turistas que viajen de buena fe", recalcó el responsable al diario luso.