CIUDAD DEL VATICANO, 29 Oct. (EP/AP) -
El Papa Benedicto XVI condenó este domingo la cada vez más habitual práctica del secuestro y pidió por las víctimas del mismo y por sus familias en todos los lugares del mundo.
"Estoy recibiendo peticiones para intervenir en favor de las personas víctimas del secuestro desde muchas partes, en diferentes países alrededor del mundo", señaló el Pontífice al término de la bendición del domingo desde su ventana en la plaza de San Pedro.
"Mientras reitero la firme condena de este crimen, me acuerdo en mis rezos de las víctimas y de sus familias y amigos", añadió. El Sumo Pontífice tuvo un recuerdo especial para el italiano secuestrado el mes pasado en la isla de Cerdeña y pidió que pronto pueda volver con su familia. La víctima, Giovanni Battista Pinna, fue capturada cerca de una de sus propiedades en la que cultivaba ganado.
Las autoridades italianas acusan a la mafia de la mayoría de los secuestros que se producen en el sur del país. La isla de Cerdeña es hogar de multitud de bandas encargadas de realizar secuestros a fin de hacerse con el rescate. En ocasiones, transcurren meses, incluso años, hasta la liberación de los capturados.
Al menos 60 personas fueron secuestradas cada año en Italia durante la década de 1970. Las víctimas en algunos casos fueron --y continúan siéndo en la actualidad-- mutiladas, golpeadas y sometidas a torturas.
Asimismo, los secuestros son frecuentes en la actualidad en numerosos países del mundo, especialmente en Irak o Afganistán, donde el fotógrafo italiano Gabriele Torsello y su traductor afgano permanecen en manos de sus captores desde el pasado 14 de octubre.
El domingo, los familiares de Torsello lanzaron una nueva petición a favor de su liberación. "Me dirijo a todo el amor generoso de todas las madres afganas. Cada madre puede pedir a su hijo que haga algo por Gabriele", señaló la madre de Torsello, Vittoria Augenti. "Abrazo a todas las madres afganas junto con sus hijos y mis hijos", añadió.
