Benedicto XVI destaca en su discurso de hoy el legado de Juan Pablo II

Actualizado: domingo, 2 abril 2006 18:00


CIUDAD DEL VATICANO, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Papa Benedicto XVI resaltó hoy el legado y los días finales de sufrimiento del Papa Juan Pablo II en el primer aniversario de su muerte asegurando que el Pontífice cumplió hasta el final su misión de guiar a la Iglesia Católica.

"Juan Pablo II murió como vivió siempre, animado por el indominable coraje de su fe, abandonándose asimismo a Dios y confiándose a la Virgen María", indicó Benedicto en su discurso dominical semanal.

Benedicto XVI se dirigió a decenas de miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, muchos de ellos de nacionalidad polaca trasladados hasta Roma para participar en los actos de conmemoración de la muerte del Pontífice. Miles de ellos portaban banderas polacas en recuerdo del país natal de Karol Wojtyla.

Las festividades por el aniversario culminarán esta noche con una vigilia en la plaza que conmemorará el momento exacto de la muerte del Sumo Pontífice, las 19:37 horas del 2 de abril de 2005. Está previsto que entre 100.000 y 150.000 personas se congreguen en las inmediaciones de la Basílica de San Pedro, 10.000 de ellos de nacionalidad polaca.

Durante el rezo de este mediodía, Benedicto XVI resaltó los últimos días de la vida de Juan Pablo II que coincidieron con las celebraciones de Semana Santa y con los últimos días de vida, muerte y resurrección de Jesucristo.

Benedicto XVI destacó el hecho de que Juan Pablo II fuese capaz de contemplar a través de televisión la procesión del Viernes Santo, que conmemora la crucifixión de Jesucristo. "Nunca olvidaremos su bendición de Semana Santa", señaló. "Ha sido la bendición más dolorosa que nos dejó el extremo testimonio de su intención de finalizar su ministerio hasta el final".

Benedicto XVI indicó que Juan Pablo II será asimismo recordado por uno de sus primeros mensajes, emitido desde la Plaza de San Pedro el 22 de octubre de 1978, unos días después de su elección como Papa.

Durante aquel mensaje, Juan Pablo pidió una fe "abierta y agradecida a través de las puertas abiertas de Jesucristo".