"Benedicto XVI es un Papa tranquilo y revolucionario al mismo tiempo", según un experto

Actualizado: domingo, 18 abril 2010 14:01

MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

El profesor de Teología Dogmática de la Universidad de Navarra (UNAV) y responsable del Foro de Estudios Joseph Ratzinger, Pablo Blanco, definió a Benedicto XVI como "un Papa tranquilo y revolucionario al mismo tiempo".

En entrevista con Europa Press, el sacerdote señaló con motivo del quinto aniversario del Pontificado de Benedicto XVI que el balance de estos años "es provisional" pues "de momento está sentando las bases para un proyecto de futuro". "Resumiría su pontificado con estas parejas de palabras: amor y esperanza, razón y oración, Jesucristo y la Iglesia, y creación y belleza", dijo.

Para Blanco, las sombras de estos cinco años han sido las polémicas que se han desatado en torno a sus palabras: el discurso de Ratisbona, el sida en África... y el escándalo de la pederastia. "Pienso que no siempre se han escuchado o entendido bien sus palabras", añadió.

PEDERASTIA EN LA IGLESIA

En concreto, y sobre el caso de los sacerdotes pederastas, apuntó que "es difícil valorar si ha actuado todo lo bien que se podría". "Hay que tener en cuenta que el papa depende también de sus colaboradores", añadió.

En cualquier caso, defendió que el Pontífice "tiene una idea clara de la limpieza que se debe hacer en la Iglesia". "Llamó basura de la Iglesia a los sacerdotes pedófilos y comenzó esa limpieza con la disposición de 2001 de dirigir las investigaciones pertinentes desde la Congregación de la Doctrina de la Fe. Habrá que dar tiempo al tiempo para que sea la historia quien juzgue", recalcó.

Con todo, calificó de "histórica" la carta que Benedicto XVI escribió a los católicos irlandeses ante los abusos sexuales cometidos por sacerdotes. "En una situación dolorosa, comparte las penas con ellos y pide perdón y responsabilidades por los crímenes cometidos", añadió.

LUCES Y RETOS DEL PONTIFICADO

A pesar de las polémicas, el teólogo señaló que el Pontificado también ha tenido "luces" como "el continuo crecimiento no solo de católicos, sino también de sacerdotes y seminaristas, el acercamiento de anglicanos y ortodoxos a la Iglesia católica y una mayor unidad entre todos los cristianos y todas las religiones en la lucha por valores comunes, como son por ejemplo la vida y la familia".

Para Blanco, los retos que afronta el Santo Padre "son ya conocidos" y citó, entre otros, "la unidad dentro y fuera de la Iglesia, el anuncio de Jesucristo en un mundo un tanto despistado y la lucha contra la dictadura del relativismo".