Birmania.- Médicos Sin Fronteras fletará un avión con material para potabilizar agua y recursos entre los afectados

Actualizado: miércoles, 7 mayo 2008 20:35

BARCELONA, 7 May. (EUROPA PRESS) -

La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) fletará un avión, en principio esta noche, con material de refugio y recursos para potabilizar y distribuir agua entre los afectados por el ciclón de Myanmar, explicó hoy el director general de MSF España, Aitor Zabalgogeazkoa, en rueda de prensa.

Actualmente 38 profesionales de MSF trabajan en la zona afectada, donde ya se encontraban antes del desastre, colaborando en tareas contra la malaria, la tuberculosis y el VIH. Según explicó Zabalgogeazkoa, la ONG habla con el gobierno de Birmania para que permita "la entrada de más gente".

El director general de MSF España calculó que unos 1.200 trabajadores locales prestan también su ayuda pero, aun así, insistió en que hace falta hacer un "llamamiento a los trabajadores internacionales" para que acudan al lugar a ayudar.

Zabalgogeazkoa aseguró que "hay gran cantidad de gente sin refugio" y "son cientos de miles los afectados". El ciclón ha dejado la costa de Myanmar "desdibujada", y ahora hay que asegurar unas posibilidades de supervivencia "decentes", defendió el director de MSF en España.

Las zonas de más difícil acceso aún no han sido evaluadas y, aunque a día de hoy los afectados son unos 300.000, esta cifra podría "triplicarse o cuadruplicarse". Por ello, Zabalgogeazkoa insistió en la necesidad de repartir material "con emergencia".

LAS CIFRAS DE LAS VÍCTIMAS DEBEN TOMARSE CON PRECAUCIÓN.

Respecto a las víctimas mortales, que de momento se estiman entorno a las 20.000, Zabalgogeazkoa precisó que hay que tomarlas "con mucha precaución" aunque sí son "de gran magnitud". El director de MSF también explicó que si hubiera sido un terremoto "habría muchos más heridos que muertos", pero no ha sido así.

Aun así, aclaró que los cadáveres "no son ahora un problema" e insistió en la importancia de garantizar que la gente pueda beber en buenas condiciones para evitar posibles epidemias.

Muchas personas se han quedado sin hogar. De hecho, en las zonas de Daala y Twantey, en el sur de Rangún, el 80% de los edificios están destrozados y aun hay partes de la zona sumergidas bajo un metro de agua.

Los habitantes de las zonas rurales dependen de las reservas de comida que les quedan y están recogiendo bambúes para reconstruir sus casas. En las ciudades la gente es más dependiente de la asistencia ya que la comida es escasa y el precio del arroz se ha triplicado, señaló.