El cardenal Cañizares admite que hará falta "generosidad" para el fin de ETA pero rechaza "tolerar la injusticia"

Actualizado: sábado, 15 abril 2006 16:05

Asegura que no debe darse rango de negociador a los asesinos y recalca que la unidad de España es "un bien moral a defender"

MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

El cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo y primado de España, asegura en una entrevista concedida a TVE que en el proceso hacia el final del terrorismo tras el alto el fuego declarado por ETA hará falta "mucha generosidad", aunque afirma que no se debe "tolerar la injusticia" y descarta que se dé el rango de negociador a los terroristas. "El terrorismo es asesino", subraya.

Monseñor Cañizares, que acaba de ser nombrado cardenal por el Papa Benedicto XVI en un acto en el que estuvo representado el Gobierno de España, se refiere a las negociaciones para lograr el fin del terrorismo y asegura que "hará falta mucha generosidad". "Perdonar siempre, pero no tolerar la injusticia, también siempre, y poner todas las condiciones para que se establezca la verdad, la justicia, la libertad y el honor, siempre", añade.

Asimismo, y en referencia a los miembros de ETA, señala que no se debe "otorgar a quien no debe tenerlo el rango de negociador". "El terrorismo no es negociable; el terrorismo es asesino", afirma. Monseñor Cañizares también se refiere en la entrevista a la unidad de España y asegura que es un "bien moral a defender".

LA LOE NO RESUELVE

En otro punto de la entrevista, que será emitida esta noche por La 2, el cardenal aborda la Ley Orgánica de Educación (LOE), recientemente aprobada por el Congreso de los Diputados, y se muestra especialmente crítico con esta reforma al afirmar que es puramente instrumental. A su juicio, en estos momentos "el gran problema es educar. Educar a la persona, darle sentido a la persona, darle responsabilidad a la persona... y todo eso queda muy desdibujado por otro proyecto educativo".

El nuevo cardenal agradece públicamente la presencia institucional en su nombramiento, aunque considera que "la cuestión de las relaciones Iglesia-Estado en España no está en que se haya nombrado un cardenal o que se hayan tenido unos gestos cordiales". "Lo que es necesario es que se lleven a cabo unos encuentros verdaderos que solucionan problemas reales", señala.

Cañizares afirma que sus críticas a las políticas adoptadas por el Gobierno no suponen una quiebra de la autonomía del Estado ni una injerencia en al actividad de las instituciones sociales. "Que me digan dónde ha habido una injerencia abusiva de la Iglesia en las instituciones", dice.

"PEQUEÑO RATZINGER"

A continuación, el cardenal arzobispo de Toledo formula una serie de preguntas: "¿La Iglesia está teniendo una injerencia abusiva cuando defiende el derecho a la vida? ¿La Iglesia está teniendo una injerencia cuando defiende la verdad del matrimonio? ¿La Iglesia está teniendo una injerencia cuando defiende el derecho a la libertad de educación?".

"No hay injerencia, simplemente hay una defensa de derechos, no sólo desde su propia confesión, sino también desde el ejercicio de la razón", señala Cañizares, que dice sentirse halagado con el apodo "el pequeño Ratzinger" que se le atribuye por su amistad con el Papa Benedicto XVI.