ROMA, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El cardenal australiano George Pell que paso 13 meses en cárceles autralianas antes de ser absuelto de las acusaciones de abuso a menores por el Tribunal Supremo de Australia, ha detallado que mientras estuvo preso "nunca" se sintió abandonado, al tiempo que ha detallado que "la mayor parte de los guardias de ambas prisiones reconocían que era inocente".
"Hay mucha bondad en las cárceles. Me impresionó la profesionalidad de los guardias, la fe de los prisioneros y la existencia de un sentido moral incluso en los lugares más oscuros", ha asegurado el purpurado, preso desde su condena en primera instancia en febrero de 2019 hasta su absolución en abril de este año.
Pell, que estuvo en régimen de completo aislamiento, dado el riesgo de que sufriera agresiones por parte de otros presos al haber sido condenado en primera instancia por abusar de menores, ha asegurado en un artículo que publica 'First Things' que el "desprecio" que sienten "incluso los asesinos" hacia quien viola a niños "irónicamente no es malo, ya que expresa una creencia en que existen el bien y el mal".
El que fuera el prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano ha detallado cómo era la celda en la que pasó más tiempo. "A diferencia de muchos hoteles pijos, había una lámpara de lectura encima de la cama", ha descrito.
