MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
La aún Defensora del Pueblo en funciones, María Luisa Cava de Llano, ha augurado que el traspaso de poderes a quien previsiblemente será su sucesora, Soledad Becerril, será "muy bueno", porque se trata, según ha dicho, de una persona "muy sensible y muy preparada". "Es buena amiga mía, tengo muy buena relación con ella", ha señalado.
En declaraciones a Europa Press tras conocer el acuerdo entre PSOE y PP para nombrar a quien será la primera Defensora del Pueblo de la Historia de España, Cava de LLano ha apuntado que "era de prever" que el suyo no fuese el nombre elegido, ya que ha estado diez años en la Alta Institución como Adjunta Primera y dos como interina, "cuando lo normal, es un mandato de cinco".
"Habrán considerado que era lo mejor, y con muy buen criterio. Quiero agradecer a los partidos políticos que me hayan dejado estar estos dos años de Defensora. Si hubieran pensado que yo no valía o que era un peligro, a los quince días habrían nombrado a alguien y, sin embargo, han sido dos años en los que he podido hacer lo que he considerado oportuno al frente de la Institución", ha señalado.
Según ha dicho, lo más difícil de su periodo de interinidad ha sido "querer hacer mucho más" de lo finalmente realizado y llevarse la sensación de "no haber tenido tiempo", aunque asegura que ha "aprovechado al máximo" cada minuto al frente de la Institución.
En ella ha debido afrontar, entre otras circunstancias, los ajustes económicos fruto de la crisis mientras veía incrementadas sus funciones, al asumir el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura fruto de la adaptación a España de la Convención Internacional en la materia, o las quejas derivadas desde Castilla-La Mancha, cuyo defensor autonómico ha desaparecido en aras de la austeridad.
"Siempre hay cosas que quedan por hacer, problemas por solucionar, personas a las que atender, pero el tiempo no me ha dado para más. Me sabe mal que la gente que trabaja a mi alrededor también haya sido víctima de esta velocidad, con la que he querido aprovechar al máximo el tiempo que se me había dado", ha apuntado.
En el tintero quedan, además de las quejas en tramitación, los habituales recordatorios de deberes y el seguimiento de las recomendaciones elevadas en los últimos tiempos a instituciones y administraciones públicas de todo tipo, la presentación pública de media docena de informes que si bien han sido registrados en el Parlamento, aún no han sido ofrecidos a las Cámaras oficialmente. Entre ellos, figura un monográfico sobre trata de mujeres con fines de explotación sexual que debió haber visto la luz en septiembre de 2011.
Ahora, Cava de Llano mira al futuro en términos de "periodo sabático", ya que si bien puede regresar a su despacho de abogados, ha decidido tomarse un tiempo para, en sus propias palabras, "disfrutar de la familia, de los hijos y de los nietos" que la esperan en las Islas Baleares. "Me voy con mi familia que ya va siendo hora", ha añadido.
Cava de Llano, Adjunta Primera al Defensor del Pueblo desde 2000 y reelegida en 2005, fue nombrada Defensora interina el 30 de junio de 2010 y se ha hecho cargo de la dirección de la institución durante los dos años que han tardado Gobierno y oposición en ponerse de acuerdo para la renovación de su titularidad.
Nacida en Barcelona el 22 de mayo de 1948, casada y con tres hijos, es abogada no ejerciente del Ilustre Colegio de Abogados de las Illes Balears, comunidad autónoma donde ha ocupado distintos cargos políticos. Además, fue presidenta de la Comisión Nacional de Drogas del Partido Popular y diputada en el Congreso en las Legislaturas V, VI, y VII. Es miembro del Consejo asesor para el mantenimiento, conservación y defensa del Derecho Foral de Ibiza y Formentera.
Como Adjunta Primera del Defensor del Pueblo, ha tenido a su cargo, entre otras funciones, las Áreas de Defensa e Interior; Justicia y Violencia Doméstica; Administración Económica y Asuntos Exteriores e Inmigración. Recientemente asumió el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, instituido en virtud de la ratificación por España del Protocolo Facultativo a la Convención de las Naciones Unidas contra la tortura.
