El responsable de la diócesis navarra dice que no quiere "transmitir pautas sociológicas, sino proponer el camino de la libertad"
PAMPLONA, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Cientos de fieles se congregaron esta tarde en la Catedral de Pamplona para arropar a Francisco Pérez González en la ceremonia de su toma de posesión como nuevo arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, en sustitución de Fernando Sebastián.
Francisco Pérez, que abandona su puesto como arzobispo castrense para asumir su nueva responsabilidad al frente de la diócesis navarra, ofreció a sus fieles un "abrazo de paz y amistad sincera" y destacó que Navarra es "tierra de grandes santos y de innumerables misioneros extendidos por todo el mundo y capitaneados por Francisco de Javier".
El nuevo arzobispo recalcó que no llega a Navarra "para transmitir ideologías religiosas, o pautas sociológicas". "No pretendo ser un 'leader' dentro de la Iglesia, más o menos competente y convincente; y menos vengo a imponeros, sino a proponeros el camino de la verdadera libertad que es el evangelio; vengo a daros lo mejor que os puedo ofrecer, que es el amor de Dios y su Gracia", subrayó en sus primeras palabras ante los fieles.
Los actos comenzaron, según lo previsto, a las 17 horas, en el atrio de la Catedral, donde Francisco Pérez fue recibido por el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, y por otras autoridades navarras, entre las que se encontraban el delegado del Gobierno, Vicente Ripa, y la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina.
Tras los saludos a las primeras autoridades, Francisco Pérez accedió al templo, donde fue recibido con una ovación por los fieles y saludó personalmente a varios de los pamploneses que se congregaban en el lugar.
En el inicio de la celebración religiosa, Fernando Sebastián tomó la palabra brevemente para despedirse oficialmente de la diócesis de Navarra. Sebastián dio "gracias a Dios de todo corazón por estos catorce años en Navarra", y a todos los fieles, "por el afecto y la gratitud que me han manifestado en estas últimas semanas, especialmente en los últimos días de las despedidas".
Sobre el nuevo arzobispo, Sebastián manifestó que llega a Navarra "con muchas capacidades personales, pero sobre todo llega fortalecido con la asistencia del señor y enriquecido con los dones del espíritu santo, para servirnos a todos nosotros".
Tras estas palabras, el nuncio de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro de Castro, mandó que se presentaran las Letras Apostólicas, la carta del Papa Benedicto XVI en la que se comunica el nombramiento del nuevo arzobispo al Colegio de Consultores, un grupo de sacerdotes que colaboran en el gobierno de la Diócesis mientras la sede está vacante.
Una vez que el Colegio de Consultores comprobó las Letras Apostólicas, fueron leídas a los fieles presentes. A continuación, el nuncio invitó al arzobispo electo a sentarse en la cátedra y le entregó el báculo, simbolizando con ello la sucesión apostólica y la continuidad pastoral. Desde ese momento, Francisco Pérez se convirtió en arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela.
Tras cumplir con la toma de posesión formal de su cargo, Francisco Pérez presidió la celebración religiosa. La eucaristía fue concelebrada por el nuncio de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro de Castro, y los cardenales Carlos Amigo Vallejo y Antonio Cañizares. Estuvieron presentes también 39 obispos, entre ellos el presidente de la Conferencia Episcopal Española y obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez.
"INDIGNO" DE SU CARGO
En la homilía, Francisco Pérez se declaró "indigno" de su nuevo cargo y agradeció al Papa la confianza depositada en él. Además, pidió al nuncio de la Santa Sede que transmita a Benedicto XVI que "los navarros estamos en comunión con él". "¿O no?", preguntó el nuevo arzobispo, a lo que los fieles replicaron con una ovación.
Francisco Pérez avanzó a los presentes que su "única pasión será la de ayudaros a creer en el amor de Dios hasta que un día pueda llevaros sobre mis hombros, como el Buen Pastor, a la eternidad, que no es otra cosa que el encuentro definitivo con la felicidad y la paz de Dios". "Me tenéis a vuestra entera disposición y quiero vivir con vosotros intensamente este tiempo de gracia que Dios nos depara", añadió.
En otro momento de la homilía, Francisco Pérez se refirió a la educación de los niños, para manifestar que "nos toca a los adultos educarlos integralmente y no dejar que crezca en ellos la cizaña de la confusión y del relativismo".
En cuanto a los jóvenes, el arzobispo les pidió que luchen "por ideales nobles, por los que nunca pasan", y explicó que "a veces se hace costoso ascender a la montaña de Dios porque otros falsos dioses quieren robaros el corazón".
Ante eso, Francisco Pérez pidió a los jóvenes que permanezcan "siempre abiertos a lo que Dios os pueda pedir, también a la vocación sacerdotal o consagrada y, si es a la vida matrimonial, formando auténticas familias".
Precisamente sobre las familias habló para decir que son "el santuario del amor y de la vida", y subrayó que "una sociedad que no tenga en cuenta a la familia, es una sociedad avocada a la decrepitud y al suicidio social". "Sin la familia, la sociedad pierde su identidad y se convierte en un desierto. Por ello apelo a la responsabilidad de todos para animar y ayudar a la familia, cada uno desde sus propias instancias", dijo
RECUERDO A LOS MISIONEROS
Además, Francisco Pérez dirigió "una palabra de aliento y agradecimiento para todos los misioneros que en Navarra son muchísimos" y recalcó que "son personas que un día descubrieron que Dios no era invisible, que su rostro se copia y multiplica en el rostro de sus criaturas dolientes, y decidieron sacrificar su vida en la salvación de otras vidas, decidieron ofrendar su vocación en los altares de la humanidad desahuciada".
Por otra parte Francisco Pérez dirigió en varios momentos de su homilía unas breves palabras en euskera. "Es la primera vez que pronuncio públicamente el vasco y me alegra", recalcó.
