COPENHAGUE, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Equipos de demolición comenzaron hoy a derribar el disputado centro juvenil que desencadenó los disturbios registrados durante el fin de semana en Copenhague.
Los trabajadores llevan máscaras debajo de sus cascos para ocultar su identidad, mientras las bolas de demolición comenzaron a derribar la llamada Casa de la Juventud, en el distrito de Noerrebro. El jueves pasado una unidad de la Policía antiterrorista evacuó a un grupo de jóvenes okupas del edificio, desencadenando tres noches de incidentes que convirtieron algunas zonas de la capital en verdaderos campos de batalla.
Más de 600 personas han sido detenidas y más de 20 resultaron heridas en los enfrentamientos, durante los que los manifestantes lanzaron piedras contra los antidisturbios y prendieron fuego a coches y cubos de basura en los peores incidentes en Copenhague en 14 años.
La Casa de la Juventud sirvió durante años como centro popular para anarquistas, 'punkies' y grupos de extrema izquierda. Los okupas lo consideraban un lugar libre, pero los tribunales les ordenaron abandonarlo después de que el Ayuntamiento lo vendiera a una congregación cristiana.
