La comunidad coreana se siente responsable de no haber podido evitar la muerte de una niña en Gran Canaria

Actualizado: sábado, 6 septiembre 2008 15:22

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -

La comunidad coreana aseguró hoy que se siente "responsable" de no haber podido evitar la muerte de la niña de 11 años y de la misma nacionalidad In Sil Oh, el pasado 30 de agosto en Gran Canaria, y sus amigos del colegio han afirmado que "esta despedida no es para siempre".

Cerca de 300 personas, entre ellos unos 120 niños y el padre de la niña, acudieron al acto de luto y condolencia que se desarrolló hoy en el Colegio Coreano de Las Palmas de Gran Canaria, donde no pudieron reprimir sus lágrimas y su dolor tras la muerte de la pequeña, que hoy debía de haber iniciado el curso escolar junto al resto de sus compañeros.

Con lazos negros y vestidos de riguroso luto, los presentes escucharon las palabras del cónsul general de Corea, el vicepresidente de la comunidad coreana y el presidente de la junta del Colegio Coreano, Yoon Sang Kim, que recordó que In Sil Oh estudiaba en el quinto grado en el centro, ubicado todos los sábados en el colegio de Santa Catalina de la capital grancanaria, "pero se fue de este mundo por un crimen inimaginable" y no ha podido "estar hoy asistiendo al inicio escolar y a sus clases de sexto curso".

"Siento mucha responsabilidad por la muerte de In Sil como presidente de la Junta del Colegio Coreana, como un miembro de nuestra comunidad coreana y también como uno de los padres que cuidan a sus hijos", añadió Yoon Sang Kim, que quiso "pedirle perdón sinceramente a Ins Sil, quien no pudo terminar de florecer en la vida por la culpa de nuestros adultos".

Así, también mostró su "vergüenza" y pidió "perdón" a los estudiantes, en representación de los adultos, "por no poder proteger a su amiga". El presidente de la Junta del Colegio Coreano se preguntó igualmente "qué sentido puede tener este acto de luto, ya que In Sil ya no está aquí y no se le pudo proteger con más cariño y atención". Aún así, espera que "esta conmemoración sirva para que In Sil descanse en paz en la última despedida de sus compañeros".

"UNA BARBARIDAD"

Igualmente, confía en que tras lo acontecido sea "una oportunidad para los adultos para estar atentos y que no ocurra más semejante barbaridad". "De esta manera, los niños podrán crecer en un entorno más favorable", apostilló.

Por último, agradeció a los padres, a los miembros de la comunidad coreana que participaron en el acto y les pidió que consuelen a los alumnos que perdieron a su compañera, así como a los padres de In Sil, que "han perdido a su preciosa hija injustamente".

En todo momento se vivieron escenas de profundo dolor entre niños, profesores y representantes de la comunidad coreana y uno de los discursos más emotivos fue el de Jeny, la mejor amiga de In Sil Oh, que, entre lágrimas, expresó su dolor ante la idea de despedirse de su amiga.

"Somos demasiado jóvenes todavía para aguantar esta despedida, es muy triste, todavía podemos verte ayudando a los demás, jugando con nosotros y tu figura como ángel así tan viva, no puedo creer una despedida", afirmó durante su intervención para referirse a su "querida amiga", a la que reconoció que no podrán olvidar "nunca" por ser una "amiga muy especial".

"LA DESPEDIDA NO ES PARA SIEMPRE"

Jeny añadió que cuando estaban tiempo juntas era "muy feliz" y hoy debía haberla visto así en el primer día del colegio. "Aunque tú te vas así esta despedida no será para siempre, eres muy buena y especial y estás en el cielo con Dios y planeando algo más bueno", agregó la pequeña, que señaló que todos los alumnos seguirán "estudiando mucho" y esperan encontrarse "de nuevo" con ella.

"Creo que tú estarás ahí esperando que seamos mucho más felices", apostilló Jeny, para quien In Sil les "ayudará mucho allá arriba siendo un ángel" y a la que echarán "mucho de menos".

Al término de las intervenciones se guardó un momento de silencio y cada uno de los presentes entregó una flor ante el retrato de In Sil, que estaba rodeado de varias coronas de flores y a la que dedicaron rezos y oraciones en su memoria y muchos no pudieron evitar romper en lágrimas. Su padre, presente en el oficio, fue el último en acudir, casi sin fuerzas, ante la imagen de su hija.

Al finalizar, los compañeros de In Sil llevaron su retrato hasta el aula donde estudiaba la pequeña y, posteriormente, se lo entregaron a su padre, aunque el abogado y representante de la comunidad coreana, Woo Func Chang, explicó que su foto permanecerá durante un tiempo en la clase para recordarla.

Woo Func Chang explicó que todavía no se ha desarrollado el funeral por la niña porque el juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas de Gran Canaria, que lleva la investigación del caso, "no ha dictado la resolución para poder entregar el cadáver a la familia".

Destacó que hoy "los adultos han mostrado mucho dolor y han manifestado a los niños la responsabilidad por haberles fallado y que haya pasado una cosa como ésta de un hecho desgraciado". "Nos sentimos responsables todos los adultos por no haber sido capaces de poder evitarlo", insistió.

Además, justificó la ausencia de la madre de la menor porque sigue estando en Corea porque está enferma y "está tratándose allá", aunque apuntó que viajará a la isla "en breve".

"CONTENTOS" CON LA ACTUACIÓN POLICIAL

Tras la decisión del juez de dictar anoche prisión preventiva, comunicada y sin fianza para Sang Ok Lee, imputado por presuntos delitos de homicidio, delito contra la libertad sexual y robo con violencia como supuesto autor de la muerte de la niña, Woo Func Chang reconoció que la comunidad está "muy contenta por cómo se ha desarrollado por parte de la policía española y las autoridades la investigación y el rápido desenlace".

En todo caso, pidió "discreción en el sentido de que hasta que no se aclaren los hechos" no pueden "decir nada" al respecto, al tiempo que indicó que no han mantenido "ningún contacto" con la familia del presunto autor de los hechos.

El portavoz del Colegio Coreano de Las Palmas agradeció "muchísimo el apoyo del pueblo canario, del Colegio y de vecinos" a la comunidad coreana, representada en el archipiélago por aproximadamente 1.800 personas. "Todos los coreanos hemos sentido mucho cariño y apoyo por parte de la comunidad canaria más teniendo en cuenta los 40 años que llevamos aquí y es el primer hecho que nos causa tanto dolor", subrayó.