PAMPLONA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Sección Segunda de la Audiencia de Navarra ha condenado a siete taxistas a penas que van desde los seis meses de prisión a multas de 180 euros por delitos de atentado y faltas de desobediencia y contra el orden público, como consecuencia de los incidentes registrados con la Policía Foral el 15 de junio de 2005 a las puertas del Parlamento de Navarra, en el marco de las movilizaciones de los taxistas contra la aprobación de la Ley del Taxi.
Los siete taxistas que iban a ser juzgados hoy han alcanzado un acuerdo con el Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares, que han rebajado sus peticiones de condena. Por su parte, los taxistas han retirado las acusaciones que habían interpuesto contra 9 policías forales.
Por tanto, la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra ha dictado hoy, de conformidad con los términos acordados, la sentencia, que ya es firme al haber renunciado las partes a recurrirla.
En el escrito del fiscal, que han asumido los siete taxistas, consta que el 15 de junio de 2005 se desarrollaba una manifestación autorizada de este colectivo en protesta por la Ley del Taxi. Los manifestantes se dirigieron hasta el Parlamento de Navarra con la intención de entregar un comunicado y las llaves de sus taxis, hecho que motivó que se desplegara en el lugar un dispositivo de la Policía Foral.
Cuando los manifestantes llegaron a la sede del Parlamento se situaron frente a este edificio, momento en el que un agente se dirigió al representante de los taxistas para manifestarle que, según órdenes recibidas, sólo podrían acceder al interior del Parlamento dos personas.
Instantes después el representante de los taxistes y una mujer no identificada se dirigieron al Parlamento, "momento que éste aprovechó, desobedeciendo a los agentes, para dirigirse al resto de manifestantes, diciéndoles 'venga, venga', levantando al mismo tiempo su brazo para incitarles y conseguier que le siguieran".
El fiscal señala que efectivamente entre 60 y 70 manifestantes le secundaron y se dirigieron hacia la puerta de acceso del Parlamento con intención de entrar en el mismo, por lo que el agente de policía ordenó al resto de agentes que cerraran el cordón policial para evitar la entrada de los taxistas.
En ese momento, comenzaron los manifestantes "a golpear a los agentes, lanzándoles objetos tales como los palos de madera de las pancartas que portaban, a la vez que proferían contra los mismos toda clase de insultos, siendo tal la violencia ejercida por los manifestantes que provocaron que varios de los agentes cayesen al suelo, lo que aquellos aprovecharon para golpearles y dañarles parte del material policial".
