Un coruñés de 87 años denuncia al alcalde por no suprimir "los ofensivos" símbolos franquistas en los lugares públicos

Actualizado: miércoles, 21 mayo 2008 10:57

Expone que para los que vivieron en esa época "la simbología trae muchos recuerdos desagradables"

LA CORUÑA, 21 May. (EUROPA PRESS) -

Ovidio Bao, un coruñés de 87 años, decidió denunciar al alcalde de la ciudad de La Coruña, Javier Losada (PSdeG), después de que, pasados cinco meses de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica, "todavía no haya retirado la simbología franquista de los lugares públicos".

Bao señaló a Europa Press que Losada "se había comprometido" a retirarlos "en cumplimiento de la ley y en cuanto se aprobara" y recordó que esta simbología "es muy ofensiva para los que sufrieron la represión del régimen".

"Ustedes lo leen en los libros y lo ven como una parte de la historia, pero para los que lo hemos vivido no es lo mismo, nos trae muchos recuerdos desagradables y este hombre no ha hecho nada por eliminarlos, yo ya estoy muy , me voy a morir pronto y no tengo ganas de aguantar más, quero dejar esto solucionado", sentenció.

Este coruñés tomó la decisión de acudir a los juzgados porque cada vez que pasea por la calle o ve la estatua de Millán Astray, situada en las inmediaciones de su casa, recuerda la situación que sufrió su padre después de que en agosto de 1936 saquearan su casa con la intención de matar a su padre que tuvo que estar escondido de Franco durante alrededor de tres años, para terminar encarcelado por oponerse ideológicamente a él.

Finalmente, tras estar en la cárcel, el padre de Bao pudo arreglar su situación gracias a la ayuda de una monja de Lugo que era hermana del general Tella. "Si no no se que habría pasado porque estos no se andaban por las ramas", reconoció.

En este sentido, Bao lamentó que en La Coruña "la única ley que se cumple es la de prohibir la entrada a perros en bares y autobuses, mientras que en Londres y París pueden ir a todos los sitios". "Yo tengo un caniche y no puedo llevarle a ningún sitio y luego lo importante se deja en un segundo plano", criticó.

OTRAS INICIATIVAS.

Al respecto la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica ya presentó una moción en el Ayuntamiento herculino para que se reconozcan las "graves violaciones de derechos humanos" cometidas entre 1936 y 1975 en España, que "honre la memoria" de los que sufrieron "injusticias y agravios" por motivos políticos e ideológicos en esa época y que retire toda la simbología franquista existente en la ciudad en nombres de calles, escudos en edificios públicos y estatuas.

En concreto su presidente, Manuel Monge, señaló que sus solicitudes se centran en pedir que se condene públicamente el franquismo, honrar la memoria de los agraviados, eliminar el título de 'Hijo Adoptivo y Predilectísimo' a Franco, retirar la estatua de Millán Astray y eliminar la simbología franquista existente en el Palacio de María Pita.

Además solicitan la eliminación de la placa de 'Cantón de José Antonio' del Cantón pequeño de la ciudad, suprimir la avenida y la plaza de los Caídos, División Azul, Alférez Provisional y Sargento Provisional, y hacer las gestiones necesarias para retirar la plaza que homenajea a Cánovas Lacruz, además de cambiar el nombre del CHU Juan Canalejo.

Por otro lado, consideran necesaria la constitución del Consejo Coruñés da Memoria, para fomentar los valores y principios democráticos; y promover el conocimiento y la reflexión del pasado.

Dicho Consejo estaría abierto a la participación de todos los grupos municipales, entidades y personas que trabajen por la memoria histórica, y elaboraría una relación con las calles con denominaciones franquistas para su sustitución por otras "democráticas".

Así recordó que en La Coruña existe "la única estatua de toda España" en honor a Millán Astray, o una placa de homenaje a Cánovas Lacruz, el militar que se levantó contra la ciudad en 1936, además de que el principal hospital de la ciudad, el Juan Canalejo, tiene el nombre del fundador de la Falange.

Monge consideró que la eliminación de toda esta simbología "no debe retrasarse más", por lo que se ofreció para proporcionar la ayuda técnica para ello, así como la información necesaria sobre "los miles de ayuntamientos" de España que ya lo hicieron.

"No se puede justificar el retraso en la actuación hablando de evitar molestias a los vecinos, porque la retirada de la simbología franquista no debe hacerse de manera clandestina y vergonzosa, si no a plena luz del día, con luz y taquígrafos, previa aprobación solemne por el pleno municipal", consideró.