Decenas de miles de fieles reciben al Papa en el Santuario de Aparecida, por la Misa de inauguración de la CELAM

Actualizado: domingo, 13 mayo 2007 17:28


APARECIDA (BRASIL), 13 May. (EUROPA PRESS/Laura Caldito) -

Decenas de miles de personas, hasta 140.000 según las últimas estimaciones, esperaban esta mañana para asistir a la Misa que el Papa Benedicto XVI oficiará en el Santuario Nacional de Nossa Senhora de Aparecida para inaugurar la V Conferencia del Episcopado de América Latina y Caribe, que desarrollará sus trabajos hasta el 31 de mayo.

El peregrinaje de fieles a la explanada de la Basílica, que en su interior tiene capacidad hasta para 45.000 personas, comenzó ayer, cuando el Santo Padre rezó un Rosario junto a sacerdotes, diáconos, seminaristas, congregados, congregadas y todos los católicos que quisieron acercarse hasta la pequeña localidad de Aparecida.

Cientos de personas esperan desde ayer el momento de la misa junto a Su Santidad. Cargados con sacos de dormir y mantas, los fieles llegados desde todo Brasil y desde otros puntos del continente suramericano fueron ocupando la explanada de la Basílica. Tras la calurosa jornada de ayer, varios miles decidieron pasar la noche junto al Santuario y animaron la espera con cánticos a Benedicto XVI y a la Virgen María, muy presente en todas las oraciones de los peregrinos.

El Santo Padre llegó esta mañana alrededor de las 10:00 horas al Santuario, abordo de su 'papamóvil', saludando a la multitud que lo aclamaba mientras atravesaba la explanada hasta el gran altar montado en el exterior del templo. Los gritos de "Bento, Bento" precedieron las primeras palabras del Papa en la celebración de la Eucaristía, con la que se inaugurará la V Conferencia del Episcopado latinoamericano y caribeño, que pretende analizar los desafíos a los que se enfrenta la Iglesia en la región y perfilar las soluciones a sus problemas.

Antes de partir para Sao Paulo, desde donde abandonará Brasil, Su Santidad dirigirá un último discurso antes de su despedida. Será también en la Basílica de Aparecida, ante los obispos del subcontinente, para inaugurar los trabajos de la Conferencia que el Papa Juan Pablo II convocó en 2001, ante la preocupación del Episcopado latinoamericano y caribeño ante los avances de las sectas y la secularización.