ALMERÍA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
El jurado popular, por unanimidad, ha declarado culpable a Javier Stephan I.M., un hombre de 31 años que, en febrero de 2010, degolló a su esposa con una navaja tras asestarle hasta 24 golpes con una piqueta por todo el cuerpo después de descubrir que mantenía una relación con otra persona. El matrimonio tenía dos hijos en común de cinco y siete años de edad.
La fiscal, tras la lectura pública en la tarde de este miércoles del veredicto y ante la "gravedad" de los hechos enjuiciados, ha solicitado para el procesado, de origen boliviano, la pena de 25 años de cárcel, la máxima que fija el Código Penal para el delito de asesinato y ha interesado que abone 200.000 euros en concepto de responsabilidad civil a cada uno de los dos hijos menores de edad.
El jurado, que niega al procesado la posibilidad de solicitar el indulto o la remisión de la condena, ha considerado probado por unanimidad, tal y como reconoció Javier Stephan I.M. en la vista oral, que acabó con la vida de M.R.E. sin darle posibilidad de defenderse ya que en la estancia donde se cometió el crimen "no había signos de pelea" y la declaración de su propio hermano en juicio así lo apunta.
Considera, asimismo, que lo hizo con ensañamiento ya que el cuerpo sin vida de la víctima presentaba 24 golpes con un piqueta y tres heridas de arma blanca. Rechaza, sin embargo, que el procesado actuase con sus capacidades volitivas o intelictivas alteradas y alude tanto al informe forense como a las declaraciones de los agentes de la Policía Nacional que indicaron que su conducta tras el asesinato "era normal".
El veredicto recoge que la "infidelidad conocida antes del suceso" no provocó discusión previa y cuestiona que Javier Stephan I.M., quien ante el tribunal aseguró que no recordar el crimen, intentase prestar ayuda a la víctima ya que los trapos que le colocó sobre las heridas "no estaban presionados y no cortaban el flujo de sangre". Subraya, en esta línea, que fue el hermano quien alertó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Tanto Junta de Andalucía, como Abogacía del Estado y acusación particular se han adherido a la petición efectuada por el Ministerio fiscal mientras que el letrado de la defensa, que ha anunciado el sala la interposición de recurso de casación ante la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), ha interesado, en atención al artículo 66 del Código Penal, la imposición de 22 años y seis meses de prisión.
HECHOS
El crimen se remonta a la madrugada del 18 de febrero de 2010. Según recoge en su escrito de calificación, la Fiscalía, que solicita la misma condena que el letrado de la acusación particular, el procesado había tenido conocimiento cinco días antes del asesinato de que la víctima, M.R.E., tenía una relación sentimental con otra persona "paralela al matrimonio".
El día de los hechos, en el domicilio que compartían junto a sus dos hijos de corta edad en el número 22 de la calle Poeta Gónzalo de Berceo, Javier Stephan I.M. cogió una piqueta que había escondido tras tener conocimiento de la infidelidad de ella días antes debajo del colchón de la cama del dormitorio conyugal y le propinó un golpe con ella en la cabeza.
M.R.E. cayó al suelo y, en ese momento y "aprovechando que no podía moverse", él volvió a atacarle con el arma y, con la intención de causarle un "sufrimiento máximo" le hirió en 24 ocasiones en "la parte frontal, trasera y lateral de la cabeza" ya que, subraya el fiscal, "fue volteando el cuerpo".
Finalmente y, "como aún estaba viva", cogió una navaja que tenía guardada en el cajón de la mesita de noche del dormitorio y le cortó el cuello seccionándole la traquea, la arteria carótida y la vena yugular. El hijo de siete años y la hija de cinco de la pareja no se encontraban en la casa en el momento del asesinato.
