BARCELONA, 21 May. (EUROPA PRESS) -
Los Mossos d'Esquadra desmantelaron este fin de semana una red de mujeres, casi todas de nacionalidad bosnia, que se dedicaban como principal medio de subsistencia a cometer pequeños hurtos en el Metro de Barcelona y que habían llegado a acumular por este tipo de falta casi un millar de denuncias, según informó la Policía autonómica.
En una investigación llevada a cabo en los últimos seis meses los Mossos d'Esquadra han llegado a identificar a 35 personas por estos hechos, de las que 18 han sido detenidas este fin de semana. Entre los detenidos sólo hay un hombre, un joven de 19 años, el resto son mujeres de entre 18 y 47 años que mantenían a su familia gracias a los robos.
La investigación del grupo de multirreincidentes de los Mossos d'Esquadra se inició hace unos seis meses, tras detectar que uno de los grupos de delincuentes más activos de la ciudad tenía su centro de actividades en el Metro, en paradas del centro de Barcelona en las que se producen las mayores aglomeraciones y hay más turistas.
Las mujeres investigadas se dedicaban a realizar pequeños hurtos, siempre de cantidades no superiores a los 400 euros, por lo que tras pagar la correspondiente multa quedaban en libertad y volvían a robar. Trabajaban en pequeños grupos interrelacionados, formados por pocas personas, que no llegaban a constituir una banda pero que colaboraban entre ellos.
En total, las 35 personas detenidas acumulaban casi un millar de denuncias por intentos de hurto. El inspector jefe de investigación de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, explicó que las denuncias representan una "mínima parte" de los hurtos, porque se trata sólo de los casos en los que la víctima se dio cuenta del intento de robo y pudo identificar al ladrón.
La investigación policial, coordinada por la Fiscalía de Barcelona, concluyó este fin de semana con una operación en la que han intervenido 160 agentes pero que no ha podido arrestar a todos las mujeres identificadas. Todos los detenidos pasaron hoy a disposición judicial y sobre el resto de investigados pesa una orden de detención.
Para que no ocurra como en ocasiones anteriores y las detenidas puedan evitar la cárcel por tener sólo faltas en su expediente, está previsto atribuir a las detenidas un delito de asociación ilícita y acumular los hurtos para que cada cuatro faltas de este tipo sumen un delito, bajo la figura de hurto agravado por "producir perjuicios de especial consideración".
TMB PEDIRÁ DAÑOS Y PERJUICIOS
En ese sentido, el subdirector de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), Daniel Vasco, anunció que TMB se personará como acusación particular en el juicio por el daño a la imagen de la empresa que producen los robos en la red de Metro, ya que, según recordó, un 35% de las reclamaciones de usuarios están relacionadas con ese tipo de actividad.
Vasco recordó que desde 2001 el presupuesto de la compañía se ha cuadriplicado y ha pasado de 4 a 16 millones de euros y señaló que una buena parte de ese presupuesto ha ido destinado a instalar cámaras de seguridad y personal de vigilancia, en detrimento de otras posibles mejoras, como el aumento de la frecuencia de paso de los trenes.
Las mujeres detenidas solían operar entre las 17 y las 19 horas en paradas como Catalunya, Arc de Triomf, Espanya, Sants-Estació, Passeig de Gràcia, Diagonal, Liceu y Urquinaona y tenían como principales objetivos a turistas.
Uno de los métodos empleados por las personas detenidas consistía en hacer el gesto de introducirse en el vagón justo delante de la víctima para, en el último momento, detenerse de golpe. La víctima choca con el cebo y, durante el movimiento retroceso, los demás miembros del grupo aprovechan para abrir la mochila o el bolso y llevarse la cartera.
Generalmente, las mujeres descartaban las tarjetas de crédito y los documentos de identidad y lanzaban a las carteras a la papelera o a las vías y se quedaban con las tarjetas de transporte y con el dinero en metálico.
