VIGO, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
La mujer de 35 años de edad, Rosa A.D.A., nacida en Uruguay y nacionalizada española, detenida ayer por su relación con la muerte de José Fernando B.R, de 26 años, fue encontrada por la Policía tumbada en el sofá de una sala, con síntomas de estar bebida o drogada, en el domicilio de Vigo en el que ocurrieron los hechos, en el número 38 de la Avenida Castelao.
Según confirmaron a Europa Press fuentes policiales, la mujer declaró haber mantenido una pelea con la víctima, de hecho presentaba varias heridas en una mano, y repetía a los agentes que "tenía que pasar" lo que sucedió. Además, el piso estaba revuelto, lleno de manchas de sangre que, según las mismas fuentes, ya estaba algo reseca, y con abundantes restos de alcohol en el salón.
Rosa A.D.A., que conoció a la víctima en un club de alterne, fue detenida poco después de que los bomberos descubrieran el cadáver del chico, y permanece en dependencias de la Comisaría de la Policía Nacional de Vigo, a la espera de que se realice la autopsia al cadáver, para pasar a disposición judicial, posiblemente mañana.
Los vecinos y familiares del joven, que pasaba estos días sólo en casa, ya que su madre se encontraba fuera, comenzaron a sospechar que algo le había ocurrido cuando comprobaron que no contestaba a las llamadas desde el viernes por la noche, y que su perro se encontraba fuera del domicilio, deambulando por los jardines de la Avenida Castelao desde hacía dos días.
HALLAZGO DEL CUCHILLO
La familia alertó a la Policía Local y uno de sus primos, que tiene llaves de la casa, intentó sin éxito entrar. Finalmente, los bomberos pudieron acceder al domicilio ayer, sobre las 21.00 horas, y encontraron a José Fernando muerto, tumbado boca abajo en la cocina y rodeado de sangre, con signos de haber recibido varias heridas con un arma blanca.
La Policía científica registró la casa para recoger pruebas y huellas. Así, los agentes encontraron el cuchillo supuestamente utilizado para matar a José Fernando tirado en el suelo, cerca de la cocina, y a la joven tumbada en un sofá, con signos de encontrarse bajo los efectos de alcohol o alguna otra sustancia estupefaciente.
Tras varias horas de registro, la Policía se llevó a la mujer esposada entre los gritos de sus familiares y amigos, que la insultaban y le recriminaban que no hubiese cogido el teléfono ni abierto la puerta, a pesar de las continuas llamadas. A las 00.45 horas de hoy, se procedió al levantamiento del cadáver, que fue trasladado por personal de la compañía funeraria Emorvisa al hospital Nicolás Peña.
