BARCELONA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los activistas e investigadores Ada Colau y Adrià Alemany han publicado el libro 'Vidas hipotecadas' (Angle Editorial) para criticar el desamparo de familias afectadas por las ejecuciones hipotecarias, que superan las 330.000 en España desde el inicio de la crisis en 2007.
Con el objetivo de defender el derecho a la vivienda y relatar una "experiencia colectiva", como ha destacado Colau este miércoles en rueda de prensa, el libro consta de tres partes diferenciadas, la primera de las cuales analiza el origen de la crisis y arranca con el estallido de la burbuja inmobiliaria.
Según el libro, las entidades financieras permitieron que miles de familias se hipotecaran diseñando un sistema de incentivos que premiaba a los agentes comerciales que consiguieran colocar en el mercado el mayor número de hipotecas, y las consecuencias han recaído sobre las propias familias en forma de "pagos de por vida y exclusión social", ha lamentado Alemany.
"Muchas familias se incorporan al registro de morosos impidiendo que rehagan sus vidas y sigan adelante", ha concretado Alemany, quien ha explicado que este libro intenta analizar el papel que han jugado las administraciones públicas durante la crisis.
Una segunda parte explica el lado positivo, que se fundamenta en la reacción de la población y las campañas de movimientos como el de Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH), que ya ha conseguido paralizar 200 desahucios y fue fundado por los dos autores del libro.
Con más de 60 plataformas por todo el estado, la PAH quiere modificar la ley para regular la dación en pago para que la deuda quede liquidada si el banco ejecuta la hipoteca y se queda con la vivienda, "defendiéndola solo en los casos de residencia única y habitual", como sucede en otros países de la Unión Europea y Estados Unidos, ha precisado Colau.
Ante todo, el libro es "valiente", según el editor Toni Quero, porque cuestiona con datos algunas realidades que están arraigadas a la sociedad y señala a los responsables de la actual situación.
El problema denunciado no se limita al derecho a la vivienda, sino que abarca también la "falta de democracia real" ante la que Colau ha reivindicado la desobediencia social, considerando que a veces es necesario infringir algunas leyes con tal de defender algo más importante como son los Derechos Humanos.
La última parte del libro se centra en la descripción concreta de la regulación de las hipotecas defendiendo que es una "obligación de los estados dar indicadores para afrontar un desahucio", aunque no lo hagan.
DÉFICIT DE INFORMACIÓN
Los autores han recogido una serie de consejos y recursos útiles sobre lo que hay que hacer en cada fase del procedimiento del desahucio, ya que el déficit de información es un problema que permite a las entidades financieras "jugar con la ignorancia de la gente e intentar criminalizar a los que no pueden pagar sus hipotecas", ha afirmado Colau.
Uno de estos consejos es "no pasar hambre ni dejar de pagar la escolarización de los hijos para poder pagar la hipoteca".
Colau se pregunta "cómo es posible que una sociedad democrática esté ayudando a las entidades financieras a desalojar familias en lugar de invertir en sectores más necesitados", y asegura que ésta es una historia de presente y de futuro porque aún falta mucho por hacer.
