España se hace cargo de los 26 inmigrantes que el pasado sábado recogió un pesquero español

Actualizado: lunes, 28 mayo 2007 20:51

LA VALETA (MALTA)/MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -

El pesquero de arrastre español 'Monte Falcó', que en la madrugada del pasado sábado rescató a 26 inmigrantes de Costa de Marfil en aguas del Mediterráneo y trató infructuosamente de desembarcarlos en la cercana Malta, se dirigirá finalmente a España en breve con los inmigrantes, según confirmó a OTR/Press un portavoz de la Oficina de Información Diplomática.

Según las autoridades de la ex colonia británica, los inmigrantes fueron recogidos por el buque español en aguas libias y por lo tanto no son responsables de su salvamento.

La decisión de traer el barco a España se debe a la "situación crítica" que se vive a bordo, según señaló el capitán de otro buque, el 'Mont Roig', Pedro Peredo. El Mont Roig se encuentra muy próximo al Monte Falcó y Peredo ha hablado con el capitán de éste último que le ha asegurado que "llevan 4 días con 26 inmigrantes a bordo, desde el viernes por la noche, y no saben qué hacer".

Según Peredo "su situación es desesperada porque se encuentran totalmente abandonados y desesperados". A todo ello se suma que el atunero español no está provisto para aguantar demasiado tiempo con tanto pasaje ya que por ejemplo no disponen de mucha ropa de abrigo ni mantas según declaraciones de Peredo a RNE recogidas por OTR/Press.

Las inclemencias del tiempo tampoco están jugando a favor del pesquero catalán, ya que se encuentran en una zona en la que se están dando olas de hasta tres metros y vientos de 6 o 7 nudos. Por todo ello, el Ministerio de Asuntos Exteriores espera que el atunero pueda regresar pronto a España, para desde aquí iniciar los trámites pertinentes para estos 26 'sin papeles'.

Esta situación recuerda a la vivida por el barco español 'Francisco y Catalina', con base en Santa Pola (Alicante) que el pasado mes de julio recogió a 100 millas de la costa maltesa a 51 inmigrantes. Algunos de ellos se encontraban en mal estado y por ello el capitán del barco solicitó al país mediterráneo poder desembarcar en uno de sus puertos, una petición que Malta denegó. Tras diez días de luchas diplomáticas, finalmente Malta cedió, aunque los inmigrantes, una vez en tierra, fueron trasladados a España para iniciar así los posteriores trámites de repatriación.