MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El viaje al paraíso europeo ha tenido un final trágico para otro grupo de africanos que intentaban llegar a las costas canarias a bordo de un cayuco. El buque hospital Esperanza del Mar recuperó en las últimas horas los cadáveres de 24 inmigrantes flotando en alta mar. Más suerte han tenido otros 156 que han llegado con vida. Los acontecimientos de los últimos días -desde el fin de semana han desembarcado más de 800 irregulares- han forzado al Gobierno canario a la constitución de un comité de crisis.
Como es habitual en estos casos, se desconocen las causas del naufragio de la embarcación en la que viajaban los 24 inmigrantes fallecidos y que con toda probabilidad salió de Mauritania con destino a Canarias. Los cadáveres, que se encontraron a 70 millas de Cabo Blanco (en el límite del Sahara Occidental y Mauritania) y a unas 400 de la costa insular española, llevaban chalecos salvavidas y ropas impermeables. Incluso uno de ellos llevaba un GPS.
Los primeros cinco cuerpos se localizaron la pasada madrugada. A lo largo de la mañana se recuperaron 13 más y en las últimas horas de la tarde se rescataron otros seis, hasta sumar 24. La operación de búsqueda se cerró por falta de luz aunque previsiblemente continuará mañana. No se descarta la aparición de nuevos cuerpos puesto que la hipótesis más probable es que viajaran a bordo de un cayuco, que tiene capacidad para entre 40 y 60 personas.
No fue la única embarcación que emprendió el mismo recorrido. Un total de 156 inmigrantes consiguieron llegar a su destino en las últimas horas a bordo de tres cayucos, aunque finalmente fueron detenidos por las autoridades. En torno a las 23.00 horas de ayer martes llegó una embarcación al sur de Gran Canaria con 33 irregulares a bordo; otra fue detectada a las 2.30 horas a ocho millas de la Punta de Rasca con 69 subsaharianos y la última desembarcó en Tenerife a media mañana. En este cayuco viajaban 54 personas.
La costa mauritana se ha convertido en un punto caliente para la inmigración ilegal puesto que allí llegan personas procedentes de diferentes países de Africa para cruzar hasta las Canarias. La mayoría procede de Senegal, Mali y Guinea Bissau, aunque también hay de Gambia y Sierra Leona.
Los acontecimientos de las últimas jornadas con la llegada del buen tiempo -ayer desembarcaron 363 inmigrantes a las islas; desde el fin de semana suman 870- ha forzado al Gobierno de Canarias a crear un gabinete de crisis que estará presidido por Adán Martín e incluirá a la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Marisa Zamora; el consejero de presidencia y justicia, José Miguel Ruano; el director general de gabinete del Presidente, Salvador Iglesias; el viceconsejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno, Miguel Becerra; el director general de Relaciones con Africa, Luis Padilla; el director general de Seguridad y Emergencias, José Andrés de las Casas y el director general de Salud Pública, José Fernando Díaz Flores.
BAJO CONTROL... DE MOMENTO
El director provincial del departamento de Cruz Roja en Canarias, Rubén Fernández, declaró a RNE que la afluencia de cayucos a las islas de momento no está siendo desbordante aunque "podría llegar a serlo". Cruz Roja les facilita mantas, kits de ropa -muda, camiseta, un chándal, chaquetones y zapatos-, productos de higiene personal y ayuda alimentaria. Según explicó, los inmigrantes suelen llegar con hipotermia, ropas empapadas, algunos heridos o algún politraumatismo, lesiones típicas de haber estado navegando cuatro o cinco días.
El tema ha llegado al Congreso de los Diputados. En la sesión de control al Gobierno, el portavoz de Coalición Canaria, Paulino Rivero, acusó a los organismos internacionales y a los gobiernos implicados, incluido el español, de "desidia, abandono y permisividad" en la lucha contra las mafias dedicadas al tráfico de personas. Se preguntó además, "si se actuaría igual en cualquier otro punto del Estado si ocurriese lo que pasa en Canarias".
El ministro del Interior, José Antonio Alonso, dijo a Rivero que hablar de "permisividad del Gobierno" le parecía algo "directamente brutal", y defendió que las fuerzas de seguridad trabajan "duramente y con mucha eficacia" en la lucha contra las mafias dedicadas al tráfico de personas, y señaló que en los dos primeros meses de 2006 han sido desarticuladas 54 redes con 158 detenidos. También significó la labor de rescate de irregulares en alta mar, con 622 náufragos recuperados por Salvamento Marítimo en lo que va de año en aguas de Canarias.
Además, durante su intervención, el ministro precisó respecto a las relaciones con Mauritania que España ofrecerá cuatro patrulleras "en buen estado" a este país para vigilar unos 1.000 kilómetros de costa y que en el transcurso del viaje oficial que se hará a Nouackchott se intentará cerrar un convenio de readmisión y devolución de inmigrantes.
Mientras, en Mauritania, las autoridades desplazaron dos autobuses con 74 susbsaharianos desde la ciudad costera de Nouadhibou con destino a la capital, Nouakchott, desde donde se les repatriará hasta sus países de origen.
