CASTELLÓN, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Isonomía, de la Universitat Jaume I de Castellón, valoró hoy 2008 como un año "trágico" en la violencia contra las mujeres, ya que, según señaló en un comunicado, "un año más, los asesinos de mujeres han producido más cadáveres que cualquier otra agresión con resultado de muerte, y hemos asistido a la desidia de la sociedad civil que ya se está acostumbrando al elevado número de asesinatos que, cómo sabemos, sólo indican la punta del iceberg, ya que únicamente computan en la estadística aquellas muertes que se producen de inmediato, tras la agresión".
"Un año más, tenemos que recordar a nuestras y nuestros responsables políticos que no basta con poner recursos paliativos, que, por cierto, son insuficientes y en más ocasiones de las deseadas la calidad brilla por su ausencia, sino que es preciso y urgente comenzar con programas de prevención en todos los niveles de enseñanza, incluida la universitaria, y algunos sectores de la sociedad", señaló.
La entidad considera necesaria la formación en materias como igualdad, sistema sexo-género, tratamiento no sexista de la información y del lenguaje, tipología de la violencia y resolución pacífica de los conflictos desde la perspectiva de género tanto al profesorado como a AMPAS, medios de comunicación, responsables políticos y personal técnico de las administraciones públicas.
La Fundación considera que "sólo así, poniendo en marcha programas de prevención en las escuelas, en los medios de comunicación y en las administraciones públicas, se garantizará que éstos repercutan sobre el alumnado, sobre el ámbito familiar, sobre la opinión pública, sobre quienes gestionan nuestras vidas, bienes y entornos para que entiendan y conozcan que la materia con la que trabajan, la sociedad, está constituida por dos grandes mitades, hombres y mujeres, que reciben una educación, formal e informal, que fomenta y naturaliza las relaciones asimétricas entre los sexos".
Isonomía advirtió de que "de no poner medidas preventivas, una mitad continuará subordinando a la otra, impidiéndole su desarrollo emocional, profesional, familiar, económico, de la única manera que es posible doblegar, poseer y dominar a un ser humano: con violencia, en cualquiera de sus manifestaciones".
Por ello, añadió, "es preciso que la sociedad en su conjunto desnaturalice esta situación y se pongan en marcha los mecanismos para que unas y otros aprendamos que los seres humanos no podemos pertenecer a otro ser humano, que somos libres y que nacemos con derechos, que nadie nos puede dar ni quitar, y que algunos de estos derechos consisten en tener las mismas oportunidades y recibir el mismo trato para ser lo que se desee ser."
