India.- El consejero de Ferrovial afirma que durante el encierro comieron cacahuetes e hicieron "hasta magia de cartas"

Actualizado: viernes, 28 noviembre 2008 19:15

MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El consejero delegado de Ferrovial, Alejandro de la Joya, que fue rescatado esta mañana junto a su compañero el empresario Álvaro Rengifo, después de que ambos permanecieran retenidos en su habitación del hotel Oberoi Trident de Bombay durante un día y medio, afirmó que durante el encierro comieron cacahuetes e hicieron "de todo, hasta magia de cartas".

"Hemos hecho de todo, ver la tele, luego intentábamos descansar algo, comer cacahuetes, hasta magia de cartas hemos hecho", relató con buen humor el empresario que viajó a la India con la delegación de la Comunidad de Madrid.

De la Joya explicó que el día de los hechos esperaba el ascensor para bajar a cenar cuando se le acercó una persona para decirle que no bajara "porque había oído una serie de disparos". El empresario, tras comprobar que el hall estaba tranquilo, decidió llamar otra vez al ascensor, en el que se encontró a Álvaro Rengifo, con el que había quedado para cenar en el restaurante.

"Justo cuando se paró el ascensor, entraron dos tíos con mochila y se pusieron a disparar a todas las personas del restaurante y luego se dedicaron a hacer ráfagas en varias direcciones y de repente empezaron a correr, nosotros nos fuimos a nuestra habitación, les vimos subir al primer piso y ahí les perdimos de vista", relató.

Una vez dentro del dormitorio, De la Joya y Rengifo rompieron dos cristales porque "había un humo muy denso en la habitación y no se podía respirar". "A partir de ahí estuvimos oyendo un montón de explosiones. Habrán explotado unas cuarenta y tantas granadas en la noche y cientos, miles, de tiros", explicó.

El consejero delegado de Ferrovial admitió que hubo momento de "mayor preocupación", pero que estuvieron recibiendo mensajes toda la noche. "El último decía que nos iban a sacar en unos 60 minutos y que el hotel estaba bajo control", recordó.

Tras el último mensaje, los dos compañeros de cautiverio se asomaron al hall, pero vieron que "aquéllo no tenía pinta de tranquilidad" y volvieron a meterse dentro de la habitación. Asimismo, aseguró que Rengifo y él han sido unos "privilegiados" porque han tenido "suerte desde el principio y suerte durante todo este tiempo". "De todo menos quejarnos porque hay gente que no ha salido de ésta, gente que lo ha pasado muy mal, que ha tenido que estar sola en su habitación llena de humo, con lo cual estamos encantados y muy contentos", afirmó.

Por último, De la Joya se mostró "enormemente agradecido" por la atención que les ha dado la embajada de España, que les ha cuidado "muchísimo"; la prensa que se ha interesado por ellos, "y, por supuesto, los compañeros de Ferrovial, los amigos y la familia, que es la que más preocupada ha estado y la que peor lo ha pasado aunque ha sido la que ha estado más informada", ya que hablaban directamente con ellos.