El jesuita Jesús María Alemany celebra la elección de Adolfo Nicolás como superior general de la Orden

Actualizado: sábado, 19 enero 2008 18:43

ZARAGOZA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

El sacerdote jesuita y director del Centro Pignatelli de Zaragoza, Jesús María Alemany, celebró esta tarde la elección de Adolfo Nicolás como superior general de la Orden en el seno de la Congregación General.

En declaraciones a Europa Press, Alemany indicó que no ha tenido trato personal con Nicolás, si bien destacó de su trayectoria sus conocimientos teológicos, como profesor universitario de esta especialidad en Japón. Alemany recordó que la Congregación General de los jesuitas deberá marcar, en las próximas semanas, los nuevos retos de la Orden.

El sacerdote zaragozano explicó que, en anteriores reuniones de la Congregación General, ya entró en la agenda teológica "no solamente la relación entre Fe y Justicia, sino también entre Fe y Culturas, el diálogo interreligioso y el medio ambiente", a lo que añadió que en la actualidad "hay una preocupación grande por la aportación de las mujeres, no sólo como víctimas, sino como protagonistas de los procesos humanizadores", en el sentido de que "están poco representadas en los lugares donde se decide la orientación de los pueblos y las personas".

Sobre la relevancia futura de teólogos jesuitas o cuyo origen se encuentra en esta Orden, como Jon Sobrino o Leonardo Boff, Alemany dijo que "en este momento, las personas concretas no son relevantes para nosotros", sino que "es el grupo como tal, la Congregación" la que asume los retos.

De puertas adentro, "habrá que unificar esfuerzos y provincias", continuó el director del Centro Pignatelli, quien apuntó que las Congregaciones religiosas "han tenido como objetivo recordar a la Iglesia valores que estaban olvidados", como la pobreza, la escasez de Enseñanza en las capas populares o el esclavismo, de ahí que una de las preguntas de la presente Congregación General sea "qué valores se están olvidando en este momento".

A esto añadió que en los últimos años "la Iglesia estaba escorada hacia algunos sectores" y ahora "habrá que ver qué valores y qué víctimas merecen la atención prioritaria de la Iglesia".