Juan Pablo II, guiado por la oración, y Juan XXIII, un hombre con los ojos de niño, según sus secretarios personales

Actualizado: viernes, 25 abril 2014 19:23

ROMA, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los secretarios personales de los próximos papas santos, Juan Pablo II y Juan XIII, Stanislaw Dziwisz y Loris Francesco Capovilla, respectivamente, han mostrado cómo veían a los pontífices con motivo de su canonización este domingo 27 de abril. Así, Dziwisz ha asegurado que Karol Wojtyla era un hombre guiado por la oración, mientras que Capovilla ha destacado que Angelo Giuseppe Roncalli miraba con "los ojos de un niño".

Además, Dziwisz ha asegurado que Juan Pablo II rezó en voz baja en la ambulancia por su agresor en la ambulancia que le llevaba al hospital cuando sufrió el atentado.

De este modo, ha querido ilustrar cómo todo lo que hacía Juan Pablo II "estaba filtrado por la oración", al tiempo que ha especificado que supo que vivía con un Santo "no a través de los proyectos de vida, sino a través de su vida de su oración contemplativa".

Así, ha detallado que el Papa polaco rezaba por "la paz, la justicia, por los que sufren" pero también por personas concretas "por sacerdotes, por la iglesia" y ha precisado que "antes y después de las audiencias rezaba por las personas con las que se iban a reunir".

En este sentido, ha agregado que rezaba "al santísimo, el viacrucis y el rosario que él vivía como una oración cristológica meditando la vida de María al lado de Jesús". También ha explicado que fue un hombre que sufrió mucho en vida y que enseñó al mundo "el verdadero significado del sufrimiento con valor de redención".

Ha destacado, a su vez, que Juan Pablo II tenía un "sitio especial en su corazón para los pobres" y que "retaba a los ricos" porque creía que "deben y tienen responsabilidades por sus hermanos más pobres".

Durante la rueda de prensa con título 'Los dos Papas Santos vistos por quienes les han estado cerca', también ha intervenido el secretario personal de Juan XXIII quien ha destacado que Papa Roncalli murió con 81 años y 6 meses pero que no era un viejo" porque sus ojos eran "claros como los de un niño".

Capovilla ha subrayado que Juan XXIII "hablaba para todas las personas del mundo". Sobre sus recuerdos de los últimos momentos, ha destacado que Papa Roncalli le dijo que lo que verdaderamente importaba es que habían servido "según la voluntad del Señor".