A CORUÑA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El jurado popular del juicio por el asesinato con una catana del vecino de A Coruña Luis Pallares Mansó declaró culpable de un delito de homicidio a S.G.R., una de las acusadas y ex novia de la víctima; culpable de un delito de omisión de la obligación de socorro a S.M.R., otra de las imputadas; e inocente, por unanimidad, a la tercera de las acusadas, T.A.O., aunque las dos últimas quedarán libres en las próximas horas.
Los miembros del jurado justificaron el veredicto de culpabilidad para S.G.R. en base a las contradicciones entre la declaración de la acusada y lo que se demostró posteriormente en el juicio. Pero la prueba concluyente para el jurado fueron los restos biológicos de S.G.R. que se encontraron en la bañera mezclados con sangre de la víctima.
La portavoz del jurado explicó que el que se encontrasen dichos restos indica que S.G.R. fue la última persona que se duchó en la casa, ya que otra de las mujeres imputadas declaró que se había duchado en la vivienda de la víctima horas antes de que se produjese el asesinato.
Otro de los motivos que llevaron al jurado a considerarla única responsable de la muerte de Luis Pallares fueron los mensajes que la acusada dejó grabados en el contestador automático justo el día posterior a los hechos.
"Provoca extrañeza el hecho de que el último mensaje de la acusada anterior a la muerte de Luis Pallares fuera del 12 de agosto con el que se demuestra un cierto grado de enfado, mientras que el siguiente se produjo el día 19, horas más tarde a la muerte y con tono cariñoso y preocupado", explicó la portavoz del jurado.
Por ello, los miembros del jurado consideraron que S.G.R. fue la autora material de la muerte de Luis Pallares porque "no tiene coartada" para las horas en las que supuestamente tuvo lugar el asesinato al no considerar "fiable" la declaración de su ex pareja sentimental que fue el único que aseguró haber estado con la acusada en ese transcurso de tiempo.
OMISIÓN DE SOCORRO
En relación a S.M.R. el jurado consideró probado que la acusada incurrió en un delito de omisión de socorro y de encubrimiento ya que ella misma reconoció haber presenciado el crimen y participar en la limpieza de la sangre.
Por último, T.A.O., sobre la que ya en la primera sesión del juicio, S.M.R. declaró que era "la única inocente", el jurado por unanimidad consideró totalmente probada su inocencia y aseguraron que no se había encontrado ninguna prueba que la relacione con el crimen. T.A.O. lleva en la cárcel de Teixeiro en A Coruña desde el 17 de noviembre de 2005.
El juez tras escuchar el veredicto del jurado, explicó a las T.A.O. que sería puesta en libertad de forma inmediata pero que antes debía regresar a prisión para formalizar los trámites. También S.M.R. será puesta en liberta, puesto que el magistrado consideró que la condena por un delito de omisión de la obligación de socorro fue cumplida porque lleva más de tres años en prisión.
NO PUDO CONTENER LA EMOCIÓN
T.A.O. al escuchar el veredicto absolutorio del jurado, y después de que el juez le explicase que quedaba libre a partir de ese momento, no pudo contener su emoción y rompió a llorar, se levantó de su sitio y se abrazó con su abogada, también visiblemente emocionada.
Tras esta reacción, se acercó a S.M.R., también en libertad desde hoy, a quien mostró su afecto acariciándole un brazo. Al levantarse S.M.R. para corresponder la señal de cariño, sufrió un desvanecimiento y cayó contra el escalón de la sala por lo que tuvo que ser atendida en la propia Audiencia Provincial hasta donde se desplazó una ambulancia medicalizada.
"UNA MANO NEGRA"
El abogado de S.G.R., la única condenada por el homicidio de Luis Pallares, el magistrado José Luis Arangueren, consideró el veredicto "manifiestamente injusto" y señaló la existencia de una "mano negra" que, según afirmó, quiere incriminar a su defendida.
"Sigo pensando que hay una mano negra en este caso y quien crea que exagero o que quiero dar un toque de dramatismo al asunto, si quiere que se querelle contra mi", sentenció el abogado.
Por ello, anunció que presentará un recurso y que está dispuesto a llegar a las últimas instancias para demostrar la inocencia de su clienta. Arangueren mostró su "total" convencimiento de que el Tribunal Supremo desestimará el veredicto de culpabilidad contra su cliente, porque está "injustificado".
La defensa de S.G.R. quiso reconocer también su error al creer que era obvia la inocencia de su cliente, ya que mantiene que "las pruebas presentadas caen por su propio peso".
