Un jurado popular juzgará desde el lunes a Tony King por el asesinato de Rocío Wanninkhof

Actualizado: sábado, 18 noviembre 2006 15:10


MALAGA, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un jurado popular juzgará desde el lunes día 20 y durante dos semanas a Tony Alexander King por la muerte de la joven de Mijas (Málaga) Rocío Wanninkhof, asesinada el 9 de octubre de 1999. El británico se enfrenta a una pena de cárcel de 26 años y nueve meses solicitada por la Fiscalía por los delitos de asesinato y agresión sexual en grado de tentativa; mientras que la acusación particular, que representa a la familia de la joven, pide 20 años de cárcel y una indemnización de 240.404 euros por asesinato.

El juicio se celebrará en la sala del jurado en principio hasta el día 1 de diciembre en sesiones de mañana, aunque si es necesario, se prolongarán por la tarde. Está previsto que declaren alrededor de 79 testigos y casi 35 peritos. Según informaron a Europa Press fuentes judiciales, más de 40 medios de comunicación, no sólo españoles, sino también de otros países, están acreditados para seguir este proceso, que comenzará a las 10.00 horas con la selección de las personas que conformarán el jurado.

Los hechos sucedieron el 9 de octubre de 1999, aunque el cuerpo de la joven no se encontró hasta el 2 de noviembre en la zona de Altos del Rodeo de Marbella (Málaga), donde King, condenado a 36 años de prisión por la muerte de Sonia Carabantes --aunque la sentencia no es firme-- trasladó el cadáver de Rocío al conocer que los grupos de búsqueda estaban en el lugar donde dejó el cuerpo en un primer momento, según la calificación provisional del fiscal.

Todo comenzó, según el relato inicial, al que tuvo acceso Europa Press, cuando el acusado tuvo un percance con su coche y le pidió a una vecina su vehículo, de la misma marca pero de color azul, con el que se dirigió hacia donde dejó su coche averiado. Tras cambiar las ruedas, condujo hasta su domicilio y regresó andando hasta donde había dejado el de su vecina.

Sobre las 22.00 horas, al circular por la carretera que une la Cala de Mijas con las urbanizaciones Los Claveles y La Cortijera, vio a Rocío, que entonces tenía 19 años de edad, caminando, según el escrito. Para el fiscal, como la vía estaba "insuficientemente" iluminada, no había construcciones habitadas en las inmediaciones y el tránsito de viandantes era inexistente y el de vehículos muy escaso, "decidió que era un lugar idóneo para satisfacer sus deseos sexuales, haciéndola objeto de tocamientos", por lo que paró.

En ese momento, se acercó a la joven llevando en la mano un arma blanca de nueve milímetros de anchura y dos milímetros de grosor, que le puso en el cuello "con la finalidad de amedrentarla para que accediera a sus propósitos y llevarla a una explanada inmediata, elevada sobre la carretera en la que no podía ser visto".

RESISTENCIA

La joven se resistió, por lo que King, según continúa el relato del ministerio público, "le propinó un fuerte golpe en la cara, para aturdirla, y le hizo un corte con el arma en el cuello", para seguidamente darle un navajazo en el abdomen.

El relato describe que cuando Rocío corrió para huir, la alcanzó y, tras agarrarla e inmovilizarla, "sin posibilidad alguna de defensa" le asestó "con gran violencia" al menos, ocho puñaladas en la espalda, cinco de ellas muy agrupadas que le provocaron la muerte.

Aunque primero se dio a la fuga, volvió al lugar de los hechos y se deshizo tanto del arma, que tiró a la playa en la zona de la urbanización Riviera del Sol; como del cadáver, que metió en el coche de su vecina y llevó hasta un descampado en la zona de Elviria.

Días después, según el fiscal, el acusado se dio cuenta de que buscaban a la joven por donde había dejado el cuerpo, por lo que decidió trasladarlo, ya en su coche, a la urbanización Los Altos del Rodeo, envuelto en bolsas de basura unidas a modo de sábana. Posteriormente, roció gasolina y prendió fuego antes de irse, aunque las llamas no alcanzaron el cadáver, debido a la lluvia que aquella noche caía.

La Fiscalía llega a la conclusión de que es "factible" que King la conociera, ya que estuvo empleado como comercial de una empresa de multipropiedad, donde trabajó la madre de Rocío y a la que la joven había acudido. Para el fiscal, concurre la circunstancia agravante de que el asesinato se ejecutó con abuso de superioridad. Además, solicita la prohibición de acercarse a los familiares durante 10 años y 252.000 euros de indemnización.

LA FAMILIA

Por su parte, la acusación particular solicita 20 años de prisión por un delito de asesinato. No obstante, en su conclusiones provisionales, indica que el británico actuó "en cumplimiento de un plan urdido con terceras personas que aceptaron y participaron de forma perfecta y/o imperfecta en la ejecución del repugnante hecho".

En todo el escrito, el abogado de la familia, Marcos García Montes, mantiene que estaba y que actuó "solo o en compañía de al menos dos personas", e, incluso, llega a señalar que en un momento determinado la joven estaba asustada por la reacción del hombre, "pero con la seguridad de que estaba ante alguna persona de confianza" y añade que se limpió la sangre que manaba de la boca "con un clinex que alguien conocido le ofertó".

UN LARGO PROCEDIMIENTO

La muerte de Rocío Wanninkhof ya tuvo un culpable. Dolores Vázquez fue condenada en 2001 a 15 años y un día de prisión por asesinato, tras el veredicto de culpabilidad de un jurado. No obstante, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anuló ese veredicto y ordenó la repetición del juicio, lo que fue ratificado por el Tribunal Supremo. El nuevo se fijó para el 14 de octubre de 2003, con Vázquez como acusada.

A penas un mes antes, el 1 de septiembre, se conoció la conexión a través de unas muestras de ADN entre las muertes de Rocío y de la joven de Coín (Málaga), Sonia Carabantes, asesinada en agosto de 2003, crimen por el que hace un año King fue condenado, aunque la sentencia no es aún firme, a la espera de un recurso en el Tribunal Supremo.

El día 18 de septiembre de Tony Alexander King fue detenido como presunto autor de las dos muertes, aunque tanto Dolores Vázquez como el británico y su amigo Robert Graham estuvieron imputados por estos hechos, hasta que el 2 de febrero de 2005 la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Málaga confirmó el sobreseimiento provisional decretado por la jueza instructora para Vázquez y Graham, al señalar como "único dato objetivo" que no hubo ningún tipo de relación personal, profesional y patrimonial, directa o indirecta entre los tres.