El lince ibérico no ha sido avistado desde hace un año y medio en tierras de Extremadura

Actualizado: viernes, 28 abril 2006 21:01


MÉRIDA, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

Ningún ejemplar de lince ibérico ha sido avistado en el último año y medio en tierras de Extremadura, según confirmó a Europa Press el director del Centro de Recuperación de Fauna y Educación Ambiental 'Los Hornos', Javier Caldera.

No obstante, el máximo responsable de este centro dependiente de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, situado en la localidad cacereña de Sierra de Fuentes, indicó en una entrevista que Extremadura ha mostrado su intención de participar en cuantos programas sean puestos en marcha para la recuperación de este felino, que se encuentra en una situación "muy crítica", puesto que su población mundial actual no llega al centenar de ejemplares.

Según dijo, en la región extremeña solo hay una zona en la que existen garantías de que pueda vivir algún ejemplar del lince ibérico, que es en la sierra de Granadilla y Hurdes, donde tuvieron lugar los últimos contactos visuales, y donde se tiene la "certidumbre" de que pueda haber ejemplares, aunque en un número "muy bajo".

Esta zona se corresponde con uno de los espacios incluidos en el Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Extremadura, aprobado en el año 2004. El resto de los lugares determinados son en realidad "zonas potenciales muy buenas sobre todo de hábitat", pero que no se tiene la esperanza de que la especie tenga una "presencia estable".

Caldera dijo que "continuamente" se reciben llamadas de personas que relatan "rumores y comentarios" sobre contactos visuales de ejemplares y de ataques sobre animales domésticos, pero advirtió que "constatación real", como pueden ser fotografías, o localizaciones por parte de personal "totalmente fiable", no se tiene "al menos en el último año y medio".

En cuanto a la posibilidad de que Extremadura acoja animales, Caldera explicó que este centro de recuperación de fauna 'Los hornos' ya cuenta con las instalaciones para la cría del lince ibérico, puesto que ha acogido programas para la producción de la especie europea o boreal de este felino, cuya situación poblacional en otras zonas del continente es más estable, con el objetivo de adquirir experiencia en estas labores llegado el caso para la especie ibérica.

DEPENDENCIA DE ANDALUCÍA

Sin embargo, dijo que Extremadura "depende" de Andalucía, que es "el lugar en el que hay realmente un stock de animales reproductores", y que "hasta que no haya una cantidad suficiente de cachorros, no se podrá contar con individuos para una cautividad que posteriormente derivará en la suelta de los animales".

Además, explicó que hay un proyecto Life "a punto" de adjudicarse al que Extremadura concursa como colaboradores de Andalucía, con una participación "muy pequeña", y que se centra en la responsabilidad de preparar las zonas receptoras para la reintroducción.

En cuanto a trasladar animales desde Andalucía a Extremadura, , señaló que esta posibilidad "ha sido siempre una especulación, y nunca se ha dado un caso", ni siquiera, según dijo, entre zonas de la propia comunidad andaluza. Por el contrario, lo que se ha planteado siempre es la cría en cautividad para después soltar a los animales y dejarlos en libertad.

Extremadura participa cada seis meses en el Grupo de Trabajo del Lince, en el que participan las comunidades autónomas que en teoría cuentan con ejemplares de este animal, coordinados por el Ministerio de Medio Ambiente, así como en el Comité de Cría en Cautividad del Lince Ibérico, instancias donde Extremadura ya ha planteado hace algún tiempo su pretensión de criar animales.

Por otra parte, dijo que el problema de supervivencia de esta especie no radica en la dificultad para reproducir, sino más bien en que la cantidad de animales y su calidad para la cría, ya que "hasta hace muy pocos años ha sido muy escaso".

Ahora, dijo, hay "muchos animales" en cautividad, que se cifran en torno a 8 ó 10, un porcentaje muy elevado de su población total que se estima en aproximadamente 100 ejemplares, según destacó Caldera.

ESCASEZ DE CONEJOS

La presencia de este animal en la primera mitad del siglo XX fue "estable y numerosa", pero su población comenzó a reducirse drásticamente con la propagación de dos enfermedades que afectan al conejo, un animal que constituye la base de la alimentación del lince ibérico. Así, las mixomatosis, en los años 60, y después, la gripe hemorrágica vírica, en el año 1989, constituyeron "dos palos muy importantes" para la supervivencia del felino, si bien Caldera destacó que en esta última fase el nivel de la población era "mucho más baja de lo que se estimaba".

Con respecto a la situación del conejo, explicó que, como habitualmente ocurre con las enfermedades víricas, su capacidad se va atenuando con el paso del virus de generación en generación, y que al mismo tiempo que va adquiriendo mayor capacidad de invasión, se reduce la mortalidad en sus portadores.

En cualquier caso, dijo que la mixomatosis no ha permitido todavía al conejo recuperar la población con la que contaba en la primera mitad del siglo XX, y que además, también influyen otros factores como son la caza o la presencia de otros depredadores protegidos que también tienen en el conejo su alimentación básica.

CLONACIÓN

Con respecto a la utilización de técnicas como la clonación para evitar la desaparición de la especie, el director del Centro de Recuperación de Fauna y Educación Ambiental 'Los Hornos', si bien aclaró que no es un experto en la materia y que desconoce el alcance ético de la medida, expresó que "llegado el caso, que ojalá no ocurra, y el animal estuviera en un número bajísimo, antes de la extinción se debería intentar algo así".

"Creo que antes de que desaparezca una especie hay que intentarlo todo, pero no creo que sea ahora el momento", apostilló Caldera, quien añadió que la especie está pasando por "una situación crítica", pero que aún no se encuentra con "un número de efectivos tan bajo como para que recurrir a la genética sea la única alternativa".