BARCELONA, 21 Jun. (OTR/PRESS) -
La madre a la que una juez de Manresa (Barcelona) le ha retirado la guardia y custodia de su hija por tratar de enfrentarla a su padre se defendió hoy acusando a su ex pareja de malos tratos tanto hacia la ella como hacia la menor. Criticó la parcialidad de los informes que hablan de síndrome de alienación. Por otra parte, y a la espera de que se cumpla la decisión judicial, Jesús D.R. espera "ilusionado" la llegada de su hija la próxima semana, aunque entiende la dificultad de "rehacer" los lazos paternofiliales tras cuatro años sin verse.
La madre, Adriana, dijo que la niña "es la que está sufriendo más con esta situación", en declaraciones a la Cadena SER recogidas por OTR/Press. "Yo puedo ser la madre más mala y él el más bueno, pero pienso que lo que importa es la niña", lamentó al pensar que ningún psicólogo y psiquiatra infantil le pueda asegurar que la pequeña "no sufrirá" con el cambio de tutor.
Adriana criticó la parcialidad de los informes que aluden al síndrome de alienación como causa para el cambio en la custodia. De los estamentos neutrales, "ninguno dice esto". Entre ellos la madre aludió al Hospital de Manresa o a los servicios de la Generalitat. "En el juicio hablaron del síndrome de alienación con los abogados privados, yo iba con un psicólogo privado y la demás gente que iba conmigo no eran privados sino equipos de la Generalitat y del Juzgado", añadió.
Además, la niña "está sufriendo mucho al salir a la luz el tema", según la madre. Adriana criticó la "lucha mediática" y recordó episodios anteriores sufridos por ella y su hija hace años. Mencionó malos tratos que no denunció en su momento "porque tenía 23 años y él quince más". "yo no sabía ni que existían las denuncias", concluyó.
"SOY CONSCIENTE DE QUE SERÁ DIFÍCIL"
En el lado opuesto del ring, Jesús D.R. espera "ilusionado" la llegada de su hija después de que la Justicia acusase a la madre de provocar en la menor una fobia hacia él. La madre "influenciaba negativamente" a la menor para provocar "rechazo" paterno, aseguró. Para facilitar la transición entre ambos domicilios, la juez designó la casa de los abuelos paternos como vivienda "neutra" de adaptación.
Jesús mantiene desde hace años una relación de la que han nacido otros dos hijos, que "están muy emocionados" por la llegada de su hermana. Es consciente de que los primeros días serán "complicados", pero espera que gracias a los psicólogos y la familia la transición sea menos brusca.
Ahora espera que la madre "cumpla con la ley" el próximo martes y entregue a la menor, algo que no habría hecho con el cumplimiento del régimen de visitas. "Tenemos que normalizar la situación y hablar como adultos por el bien de mi hija". Hasta que pase el primer mes, Jesús podrá visitar a la niña pero no podrá dormir en la vivienda de los abuelos.
