MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
Médicos, juristas, políticos, economistas y religiosos, entre los que destacan el magistrado del Tribunal Supremo, José Luis Requero, y el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, se han unido para publicar un libro conjunto titulado 'Aborto Cero' (Stella Maris) con el que pretenden "presionar a Rajoy" y exponer sus argumentos en defensa de la vida del concebido, ante la retirada de la reforma de la ley del aborto.
Entre los veintitrés autores, también destacan la vicepresidenta del Parlamento andaluz, Esperanza Oña; la expresidenta del PP vasco María San Gil; el presidente de HazteOír.org, Ignacio Arsuaga, y la portavoz de la plataforma Derecho a Vivir, Gádor Joya.
El magistrado del Supremo, José Luis Requero, señala que es "inquietante" que se apelara al "consenso", pues "el consenso es imposible" dado que "si los partidos proabortistas no consienten que se toque la ley vigente, menos aún su derogación".
Por su parte, la vicepresidenta segunda del Parlamento andaluz y alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, advierte de que "muchos" de los políticos de su partido que son contrarios al aborto exponen sus argumentos "con complejos incomprensibles". A su juicio, en el PP se dejan "llevar por la apatía o por la vergüenza".
Mientras, María San Gil, defiende en el libro que el derecho a la vida no puede depender "de mayorías democráticas y menos aún de encuestas electorales". "El punto de partida para redefinir el primero de todos los derechos no puede ser el impulso ideológico de un gobernante o de un partido político", apunta.
Por otro lado, el obispo de San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla, indica que espera que las futuras generaciones del siglo XXII vean "como un escándalo" los abortos que se producían en el siglo XX y XXI, "al igual que en la actualidad se ven los duelos de honor del siglo XVIII como algo irracional e inadmisible".
Además, señala que "una sociedad que reivindica el aborto y la eutanasia como parte de los derechos humanos, está encaminada a un proceso de suicidio espiritual, además de corporal" y alega que el derecho a la vida no es "un valor exclusivamente religioso, sino un valor básico para la convivencia".
