Marlaska confirma que se investiga como procedimiento habitual la muerte de Fabrizio Joo Silva en la cárcel de A Lama

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, participa en un acto de reconocimiento a las empresas colaboradoras del Plan de Empleo de Cruz Roja en Cádiz
El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, participa en un acto de reconocimiento a las empresas colaboradoras del Plan de Empleo de Cruz Roja en Cádiz - Eduardo Ruiz - Europa Press
Publicado: jueves, 10 octubre 2019 18:12

El ministro del Interior recuerda en Cádiz que todas las muertes en centros penitenciarios se investigan

CÁDIZ/SANTIAGO, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha confirmado que se investiga, como procedimiento habitual, la muerte en la cárcel de A Lama (Pontevedra) de Fabrizio Joo Silva, conocido como uno de los más peligrosos que cumplían condena en cárceles españolas, y que fue encontrado muerto en su celda de aislamiento el pasado miércoles.

Este jueves, en declaraciones a los medios en Cádiz, el responsable de Interior ha indicado que se investiga los sucedido como se hace habitualmente con las muertes que se producen en los centros penitenciarios.

Según han confirmado a Europa Press fuentes penitenciarias, este reo llevaba varios días en huelga de hambre y este martes había sido sometido a un control médico en el cual se había comprobado una disminución de su peso, pero no se hallaron señales de alarma.

Fabrizio Joo Silva, natural de Guinea-Bissau, había sido condenado por asesinar a su novia en 2004 y después a patadas a un compañero de cárcel. También era el responsable de agredir a varios funcionarios en la prisión de El Puerto de Santa María (Cádiz), a uno de los cuales había herido de gravedad al alcanzarlo con un pincho artesanal en la yugular.

Precisamente por su peligrosidad, este preso de 36 años y 1,80 metros de estatura, que era conocido en algunos foros como el 'Hannibal Lecter' de las prisiones españolas, estaba en el módulo de aislamiento, en una galería él solo sin contacto directo ni con otros reos ni con funcionarios.

Las fuentes consultadas indicaron que se trataba de un preso "muy peligroso", por lo que era un interno clasificado en primer grado. Dentro del primer grado hay dos fases, una en la que están los reos extremadamente peligrosos, que era el caso de Fabrizio Joo, y la segunda fase, donde están los que progresan y van entrando en modelo penitenciario.

Fabrizio Joo había pasado por diversas cárceles y desde enero estaba ingresado en A Lama. Transcurridos apenas dos meses de su traslado al penal pontevedrés había remitido una instancia a la dirección en la que comunicaba que ya no reconocía la autoridad por parte de la plantilla de funcionarios por lo que dejaba de obedecer las órdenes de la prisión.

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