Más de 900 ovejas toman por unas horas las calles de Madrid durante la Fiesta de la Trashumancia

Actualizado: domingo, 12 noviembre 2006 21:00


MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

Unas 900 ovejas recorrieron hoy el centro de Madrid, en un evento que se viene repitiendo desde hace 13 años, precedidas de un largo cortejo de ganaderos, pastores y habitantes de diversas regiones de España, que aprovecharon el paso del ganado trashumante por la capital para lucir sus trajes típicos, mostrar su folclore musical y dar a conocer algunas de sus tradiciones más arraigadas.

Hasta el pasado viernes, el paso por la capital de las ovejas estuvo en el aire por la exigencia del Ayuntamiento a los ganaderos de acreditar la vacunación del ganado y aportar la documentación exigida para circular por Madrid.

Finalmente, el ganadero Julio de la Losa, propietario de las ovejas, recibió la autorización municipal, y los rebaños partieron a las nueve de la mañana de hoy de la Casa de Campo, donde permanecían desde hace varios días.

Tras subir la Cuesta de San Vicente, las ovejas recorrieron la calle Mayor hasta la Puerta del Sol, donde tomaron la calle de Alcalá para acabar el recorrido en la Plaza de la Independencia. Desde la Puerta de Alcalá comenzaron a deshacer el camino para regresar a la Casa de Campo.

A lo largo de todo el trayecto, cientos de personas, entre vecinos de Madrid y turistas, contemplaron el paso del ganado, el desfile de vestimentas tradicionales y la exhibición de costumbre populares. Una de las más espectaculares fue la izada de los pendones con la enseña local, que en algunos casos pesan más de 50 kilos, y que portaban, colgado de un cinturón, una sola persona. "No pesa nada, hay que desayunar antes", bromeó uno de los portadores a Europa Press Televisión.

Otro de los pastores que acompañaban a los rebaños, José Gutiérrez, de Pedrul de Torio (León), afirmó estar encantado de tener una excusa para venir a Madrid de vez en cuando y aseguró que la gente en la capital "siempre se muestra abierta" con los pastores. El punto negativo de la fiesta para él fue las luces de navidad que el Ayuntamiento ha colocado ya en algunas de las calles céntricas y estorbaban hoy la marcha de los pendones.

Por su parte, Carlos Mirando, un turista argentino que contemplaba asombrado cómo las ovejas se hacían dueñas de la calle Alcalá, aseguró que el espectáculo era "realmente emocionante" y apuntó que le parecía muy bien que "la gente reivindique su cultura". "Si no peleamos por nuestra raíz cultural, tampoco vamos a pelear por nuestra subsistencia y la de nuestros descendientes", dijo.