La mayoría de personas recurren a la familia si tienen un problema de vivienda ante la falta de servicios especializados

Np Obras Viviendas Agustín Parejo (Málaga)
Np Obras Viviendas Agustín Parejo (Málaga) - JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo

   MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

   La mayoría de personas recurren a la familia cuando tienen un problema de vivienda ante falta de servicios especializados. Esta es una de la conclusiones del informe 'Cuando la casa nos enferma 3. Redes de apoyo en tiempos de crisis', de Provivienda que se presentó este miercoess y que alerta sobre la saturación de los servicios sociales ante una nueva crisis de vivienda.

   La pandemia ha puesto de manifiesto los problemas de vivienda latentes en España, así como su estrecha relación con la salud de las personas. En la actual crisis sanitaria, social y económica, las relaciones de ayuda y la respuesta de las administraciones cobra una vital importancia para acceder y mantener una vivienda adecuada y adaptada a las necesidades.

   El informe pone el foco en los vínculos de las personas, especialmente de las más vulnerables. Como ha explicado Elisa Brey, investigadora del informe, "se han conocido los riesgos de centros como residencias de personas mayores o albergues para personas sin techo, centros de acogida para familias refugiadas... y en paralelo se ha experimentado en primera persona lo que implica el aislamiento social y la falta de contacto y apoyo de la familia y amigos".

   Esta investigación, financiada por la Dirección General de Diversidad Familiar y Servicios Sociales de la Secretaría de Estado de Derechos Sociales del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, muestra cómo el primer apoyo ante problemas de vivienda en las tres ciudades estudiadas --Santa Cruz de Tenerife, Granada y Madrid-- son las redes familiares, seguido de la atención de emergencia por parte de servicios sociales.

   Según el estudio, actualmente no existe una respuesta eficaz desde las políticas de Vivienda a la exclusión residencial. Como explica Eduardo Gutiérrez, director general de Provivienda, "cuando una persona no puede pagar el alquiler, no acude a servicios de vivienda, acude a su familia y luego a servicios sociales. Esto no pasa en el caso de la salud o el empleo. Acuden a servicios especializados y específicos. El impacto en el tipo de atención es enorme".

   En un nuevo contexto de crisis por la COVID-19, los resultados alertan de que la atención de servicios sociales está saturada, y que tras la crisis de 2008, el apoyo familiar se ha agotado en gran medida porque funcionó de soporte en la crisis anterior.

   La organización advierte las graves consecuencias en pérdida de vivienda que pueden desencadenarse en el corto plazo, ante los problemas económicos o la pérdida de empleo derivada de la COVID-19. Brey destaca que "es clave un cambio en la atención a los problemas de vivienda centrados en la persona para evitar las graves consecuencias que vimos con la crisis de 2008*esta vez, sin el colchón familiar y con el desgaste de servicios sociales".

   Entre otras cuestiones, se destaca el limitado alcance del llamado "escudo social" en vivienda para aquellas personas que ya se encontraban en exclusión residencial previamente a la crisis, así como su limitación temporal a 31 de enero de 2021. "Podemos encontrarnos con una nueva crisis de vivienda como la de 2008, si no se aprueban nuevas medidas de prevención y servicios de proximidad y especializados en vivienda que quiten presión sobre servicios sociales dentro de políticas integrales", ha concluido Gutiérrez.

   Desde Provivienda proponen repensar el modelo de atención a los problemas residenciales, reforzando los servicios y recursos públicos desde las competencias de vivienda, promoviendo políticas sociales de vivienda, a través de la prevención y con una atención centrada en la persona.

   Asimismo, ve fundamental que las políticas públicas estén interconectadas y generen respuestas amplias a problemas complejos. "Se necesitan políticas sociales integrales bien sectorizadas, para saber dónde acudir, y que la respuesta sea lo más ajustada a la necesidad residencial", recoge el informe.