Miles de personas rinden homenaje a los muertos de la rotura de la presa de Ribadelago (Zamora)

Actualizado: viernes, 9 enero 2009 18:32

ZAMORA, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

Miles de personas se congregaron hoy en la localidad zamorana de Ribadelago Viejo para rendir homenaje a las víctimas de la rotura de la presa de Ribadelago (Zamora) que hace 50 años acabó con la vida de 144 personas y arrasó por completo el pueblo.

Los actos comenzaron de madrugada, con la iluminación del cañón del río Tera por donde bajó el agua que arrasó Ribadelago. Ya por la mañana, en medio de una copiosa nevada y con tres grados bajo cero, llegaron las víctimas de la tragedia. Una gran carpa blanca presidida en su interior por una gran corona de flores sirvió como escenario para un acto de homenaje en el que supervivientes y representantes institucionales pidieron justicia y, sobre todo, que nunca se olvide una catástrofe que nunca debió de tener lugar.

El primero en tomar la palabra fue el alcalde mayor de Ribadelago, Jesús Villasante, que en un emotivo discurso recordó los detalles de una tragedia que "conmovió al mundo". Villasante se refirió a las "veinticinco mil pesetas" que los familias recibieron a cambio de las vida de sus hijos y aseguró que con homenajes como el realizado hoy "se comienza a hacer justicia" a las 144 víctimas mortales de la pantanada.

El alcalde de Ribadelago reclamó ayuda a las instituciones para "mantener el recuerdo" de las víctimas y que éste se perpetúe en "siglo venideros".

La petición de ayuda realizada por el alcalde de Ribadelago tuvo una pronta contestación en las palabras del presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez Maillo, que ofreció la colaboración de la Institución Provincial para poner en marcha un Centro Permanente de la Tragedia. La Diputación, anunció el presidente, cederá un edificio que tiene en propiedad en la localidad de Ribadelago para la puesta en marcha de una casa museo que recuerde la tragedia del 9 de enero de 1959.

La portavoz de las víctimas en la ceremonia, María Jesús Otero, se mostró muy crítica con la empresa y los responsables de la construcción de la presa de Vega de Tera que se vino abajo. Primero fueron los muertos y los enfermos de silicosis durante las obras de construcción del embalse, dijo, luego vinieron los 144 muertos por una pantanada que hizo que se cumpliera la profecía de Unamuno que hablaba de la existencia de un pueblo muerto en el fondo del lago.

El luto por aquellas muertes, subrayó Otero con la voz entrecortada, "ha durado hasta hoy". Ribadelago ha sido desde entonces "una aldea muerta" y sus vecinos han vagado por las calles "hablando con sus muertos".

La portavoz de las víctimas agradeció a "los mayores de Ribadelago" el empeño que pusieron por salir adelante y el trabajo que realizaron para enseñar a los vecinos "a vivir con la pena".

Otero reclamó que los más jóvenes puedan saber lo que pasó y, sobre todo, que no dejen que se olvide aquella catástrofe y la pantanada se convierta en una leyenda.

El homenaje a las víctimas de la tragedia contó con la presencia de la consejera de Administración Autonómica, Isabel Alonso, que pronunció un discurso en el que ofreció la "solidaridad del Gobierno regional" con la zona. La consejera, cuya familia procede de un pueblo cercano a Ribadelago, aseguró sentirse incapaz de expresar con palabras las dimensiones de la tragedia ocurrida hace 50 años y aseguró que hay que "seguir recordando" lo ocurrido aquella noche pero también "mirar al futuro".

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, también se desplazó hasta Ribadelago para hacer constar la solidaridad del Gobierno central con las víctimas de la pantanada. El delegado subrayó que han pasado 50 años "sin hacer todo lo que se tenía que hacer" para restañar los daños ocasionados por el derrumbe del embalse y ofreció todo su apoyo para que se puedan adoptar las medidas necesarias para que la tragedia de 1959 no se olvide.

El presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago mostró su disposición a ayudar a las víctimas y, sobre todo, "a no olvidar lo ocurrido" y a que el resto del mundo "tampoco lo olviden".

Tras las intervenciones, una comitiva de cientos de personas se encaminó al pueblo de Ribadelago donde se descubrió una escultura conmemorativa realizada por el escultor zamorano, Ricardo Flecha.