La ministra de Asuntos Sociales del Congo denuncia la "fragilidad" de los valores de la familia en su país

Actualizado: domingo, 19 noviembre 2006 0:27

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Asuntos Sociales de la Solidaridad, de la Acción Humanitaria y de la Familia de la República del Congo, Emilienne Raoul, afirmó hoy que los valores de la familia en su país están amenazados por formas externas a sus propias tradiciones y creencias.

Según dijo, esta "fragilidad" va más allá de la unidad familiar y afecta a la sociedad, porque "representa un eslabón de la cadena de solidaridad y transmisión de valores".

A su vez, señaló, "todo eslabón ha de fundar un familia para seguir compartiendo con ellos lo que ha recibido". Sin embargo, según diho, en la República del Congo "estamos en la tercera generación de jóvenes que tienen problemas para vivir su futuro, porque ya no creen en la familia y la han sustituido por la unión libre".

"La cadena se ha roto en algún sitio pero la educación es el rayo de esperanza que permite crear las condiciones para la familia humana", afirmó Emilienne Raoul, para quien "la comunidad ha de poder contar con el apoyo de los gobiernos y también de la Iglesia, en un diálogo respetuoso".

La ministra de Asuntos Sociales del Congo presidió la sesión magistral de esta tarde del VIII Congreso Católicos y Vida Publica: El Desafío de ser hombre que organiza la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo-CEU. En la sesión, 'Las condiciones dignas de la familia humana', intervinó el presidente de la Fundación para la subsidiariedad de Italia, Giorgio Vittadini.

Para Vittadini, la raíz de la subsidiariedad está en que "un grupo de personas responde a las necesidades de otras, más allá del provecho individual". Esto es posible, dijo, cuando el hombre pasa "de la experiencia elemental a la del bien común". "El principio de subsidiaridad" es el que consigue "unir esas búsquedas individuales de la verdad, el bien y la belleza en la búsqueda del bien común".

Según dijo, la doctrina social de la subsidiariedad impulsa iniciativas que se abren paso en medio del debate público-privado. Es el caso de las obras llamadas "sin ánimo de lucro" en el campo de la investigación, la educación o la sanidad y que tienen en Estados Unidos su mejor exponente.

En la construcción de esta nueva sociedad moderna, Vittadini afirmó que "la democracia está compuesta de la colaboración de muchos, algo que no suelen tener en cuenta los partidos tanto de izquierdas como de derechas, cuando llegan al poder".

Asimismo, consideró que "tiene que haber una acción de todos, incluida las propias obras de la Iglesia" y concluyó realizando un llamamiento a los partidos políticos para que "reciban esta batalla de iniciativas de subsidiariedad y la respalden con legislaciones".