MSF urge a que se permita el acceso de un vehículo medicalizado a las dos cooperantes secuestradas

Actualizado: viernes, 28 diciembre 2007 18:47


MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -

Médicos Sin Fronteras (MSF) insistió hoy en la importancia de que se permita el acceso a las dos cooperantes secuestradas en Somalia por parte de un vehículo medicalizado y un médico de la organización para "comprobar su estado de salud" y proporcionales asistencia "si ésta fuera necesaria". Además, la organización hizo hincapié en que las negociaciones para la liberación de la médico española Mercedes García y de la enfermera argentina Pilar Bauza "no se han interrumpido en ningún momento".

En una rueda de prensa ofrecida hoy en Madrid, la presidenta de MSF, Paula Farias, y el responsable de Relaciones Externas, Carlos Ugarte, informaron de que un equipo de refuerzo de la organización, "con experiencia y conocimiento del contexto", llegó ayer a Bossaso para relevar a los miembros expatriados de la organización que permanecían en la zona.

Asimismo, trasladaron a las autoridades somalíes la importancia de que "continúe la vía de la negociación", sin "uso alguno de la violencia", en el curso de una reunión mantenida hoy con las autoridades locales, el embajador español en Kenia, Nicolás Martín Cinto, y el cónsul argentino, Fernando Rolandelli, estos últimos desplazados ayer a la zona.

Según informaciones llegadas a la ONG sobre el terreno, que no pueden confirmar, pero a las que dan "cierta credibilidad", las secuestradas se encontrarían "en buenas condiciones" y les estaría "llegando agua y comida". "Sabemos donde están", añadió Ugarte, quien explicó que se trata de una zona boscosa y montañosa "a unos cinco kilómetros al sur de Bossaso" y que "se las ha visto a través de prismáticos".

Respecto a las presiones de MSF para que se permita que un vehículo medicalizado con agua y comida, así como un médico, puedan llegar hasta las rehenes, los responsables de la organización dijeron "esperar una respuesta positiva de las autoridades de Puntland" y el "beneplácito de los secuestradores".

PETICIÓN DE RESCATE

En relación a los rumores surgidos hoy sobre que los secuestradores habrían solicitado el pago de 250.000 dólares a cambio de la puesta en libertad de García y Bauza, Ugarte pidió cautela ante la cantidad de informaciones "que se generan" y que no están confirmadas. Así, el responsable de Relaciones Externas de la ONG subrayó que este dato es una información que "no ratificamos", tras afirmar que están "en permanente contacto" con el Ministerio de Asuntos Exteriores, "aquí y allí" y que "no hay ninguna confirmación".

Desde Exteriores, fuentes consultadas por Europa Press, tampoco quisieron confirmar la petición de rescate, subrayando que "lo más prudente es no entrar a comentar ese tipo de peticiones" ni tampoco los "detalles" de la negociación que se está llevando a cabo.

"No sabemos quienes son, no nos han pedido nada", añadió la presidenta de MSF, en referencia a la identidad de los secuestradores o las motivaciones de su acción. Además, señalaron las "dificultades" para identificar la naturaleza de los captores, si bien dijeron que la "inestabilidad" de la región de Bossaso está más relacionada con las acciones de piratería y el tráfico de personas "que con el contexto político" de Somalia.

Las negociaciones directas con los secuestradores están en manos de la Policía local que, a su vez, está supervisada por las autoridades designadas por la Administración de la región semiautónoma de Puntland.

MISIÓN DE MSF EN SOMALIA

Las ocho personas que junto a Mercedes García y Pilar Bauza formaban el equipo de expatriados de MSF en la zona han sido evacuadas, pero han sido relevados por un equipo de refuerzo compuesto por tres personas. Sin embargo, esto no significa que se haya paralizado el trabajo de la ONG en el país africano, ya que los cien nacionales del personal de MSF continúan atendiendo a los 7.000 niños que asisten y el hospital infantil "sigue funcionando con normalidad".

Así, la evacuación del personal expatriado tras el secuestro de sus dos compañeras, explicó Farias, corresponde al "protocolo de seguridad" que se aplica normalmente en casos de este tipo "y no a ninguna medida de presión" para intentar la liberación de las cooperantes.

MSF desarrolla su actividad en Somalia desde hace 16 años, "un trabajo difícil --en palabras de Ugarte-- que ha permitido ganar el respeto de la población civil". En este contexto, el responsable de la organización aprovechó para llamar de nuevo la atención sobre las dificultades sanitarias de Somalia, "un país", dijo, "abandonado por la comunidad internacional".