Nueve detenidos que se hacían pasar por guardias civiles para asaltar viviendas

Actualizado: miércoles, 10 febrero 2010 9:33


MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Guardia Civil, han desarticulado un grupo organizado cuyos nueve integrantes se disfrazaban de guardias civiles para asaltar viviendas habitadas donde vivían sus compatriotas. Para ello, utilizaban placas emblema, chalecos reflectantes y armas de fuego para intimidar a los moradores y acceder a los domicilios.

La Policía ha bautizado como 'agentes ful' a este tipo de delincuentes que se hacen pasar por miembros de las Fuerzas de Seguridad. En concreto, el grupo desarticulado estaba asentado en Zaragoza aunque tenía un piso franco en Madrid para atacar viviendas en esta comunidad y provincias limítrofes.

Los nueve detenidos, de origen sudamericano, elegían como objetivo viviendas de compatriotas sobre las que tuvieran información privilegiada sobre objetos de valor. Al parecer, eran terceras personas quienes facilitaban la elección de la vivienda en la que vivían normalmente ciudadanos también de origen sudamericano, en función del dinero en efectivo o de objetos de valor, como joyas, obras de arte o incluso sustancias estupefacientes, que pudiera albergar.

Antes de emprender el asalto, el grupo realizaba un estudio previo de la vivienda seleccionada para conocer el número exacto de habitantes, así como sus horarios y el momento idóneo para poder acceder a la misma.

VÍCTIMAS MANIATADAS EN UNA HABITACIÓN

Para llevar a cabo estas vigilancias, la banda mostraba un alto grado de organización y disciplina, hacía seguimientos con equipos de trasmisiones e incluso llegaba a establecer relevos y turnos de trabajo para mantener los controles de forma ininterrumpida. Una vez contaban con la información, procedían a asaltar la vivienda.

Para ello simulaban ser miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, identificándose con placas emblema de la Guardia Civil, vistiendo chalecos reflectantes similares a los habitualmente utilizados por los agentes, esgrimiendo armas de fuego y utilizando radiotransmisores en sus comunicaciones.

Mientras parte del grupo actuaba en el interior del domicilio, otros integrantes permanecían en el exterior ejerciendo funciones de vigilancia y protección. Cuando conseguían su objetivo, maniataban a las víctimas, las encerraban en alguna habitación para evitar que pudieran alertar a la Policía y abandonaban el lugar.

Los investigadores descubrieron que el grupo estaba asentado en la ciudad de Zaragoza. Además, disponían de un piso franco en Madrid que utilizaban para programar su actividad delincuencial, perpetrar los asaltos en la comunidad madrileña y provincias limítrofes, así como para guarecerse tras cometer los robos.

Tras someter el grupo a una intensa vigilancia, los agentes obtuvieron información sobre su 'modus operandi', los vehículos utilizados y el último plan de los asaltantes. El grupo vigilaba en ese momento a un ciudadano colombiano residente en la localidad de Leganés (Madrid), realizando seguimientos sobre su vehículo e informándose de los lugares que frecuentaba para descubrir su domicilio.

Las pesquisas mostraron que el grupo ya había identificado su vivienda e iba a cometer de forma inminente el asalto. Por tal motivo y con el fin de evitar este hecho y cualquier otro de naturaleza delictiva, los agentes desplegaron un operativo, con apoyo de la UIP, que culminó con la detención de ocho personas. Asimismo, otro individuo fue arrestado días más tarde. Los agentes incautaron en los registros cinco pistolas en una "caleta" eléctrica practicada a uno de los tres vehículos de la organización.

La investigación ha sido desarrollada por agentes de la UDYCO Central de la Comisaría General de Policía Judicial, de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Zaragoza y del puesto de Villacañas (Toledo) de la Guardia Civil. Para descubrir la "caleta" del vehículo donde se ocultaban las armas fue necesaria la intervención del GOIT de la Policía Nacional.