El nuevo Dicasterio de los Laicos trabajará en el reconocimiento del "genio femenino" y la prevención del aborto

Publicado: martes, 8 mayo 2018 15:10

ROMA, 8 May. (EUROPA PRESS) -

El nuevo Dicasterio de los Laicos instituido por el Papa en 2016 trabajará en el reconocimiento del "genio femenino" y la prevención del aborto, entre otros temas.

Así se desprende del Estatuto definitivo que regirá el nuevo Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, competente en áreas de promoción de la vida, apostolado de los fieles laicos, pastoral de los jóvenes, familia y su misión, publicado este martes por la oficina de prensa de la Santa Sede. El conjunto de reglas que articulan su funcionamiento entrará en vigor el próximo 13 de mayo de 2018.

En el documento se especifica que el organismo del Vaticano, que preside el exobispo de Dallas (Estados Unidos) Kevin Farrell, "promueve y alienta a las organizaciones y asociaciones que ayudan a la mujer y a la familia a recibir y apreciar el don de la vida, especialmente en el caso de embarazos difíciles, y a prevenir el aborto. También apoya programas e iniciativas destinados a ayudar a las mujeres que hubieran abortado.

"Sobre la base de la doctrina moral católica y del Magisterio de la Iglesia estudia y promueve la formación sobre los principales problemas de la biomedicina y del derecho relativos a la vida y sobre las ideologías en fase de desarrollo que atañen a la vida humana inherente y a la realidad del género humana", se agrega.

Su misión es también valorizar al "genio femenino" y contribuir "a la reflexión eclesial sobre la identidad y la misión de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad, promoviendo su participación".

El dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que partió de la reforma de la Curia Romana puesta en marcha por Francisco, también "sostiene y coordina iniciativas a favor de la procreación responsable, así como para la protección de la vida humana desde la concepción hasta su fin natural, teniendo en cuenta las necesidades de la persona en las diversas fases evolutivas".

El organismo, que fue el resultado de la unión del Pontificio Consejo para los Laicos, el Pontificio Consejo para la familia y la Pontificia Academia para la Vida, debe mantener "relaciones con las conferencias episcopales, las Iglesias locales y otros organismos eclesiales, promoviendo el intercambio entre ellos y ofreciendo su colaboración para que se promuevan los valores y las iniciativas relacionadas con dichas materias". En este sentido, evaluará "las iniciativas de las conferencias Episcopales que piden a la Santa Sede, según las necesidades de las Iglesias particulares, la institución de nuevos ministerios y oficios eclesiásticos".

Entre sus competencias también está la promoción y organización de conferencias internacionales y otras iniciativas "sea relativas al apostolado de los laicos, a los jóvenes, a la institución matrimonial y a la realidad de la familia y de la vida en el ámbito eclesial, sea inherentes a la condición social y humana del laicado, de los jóvenes, de la institución familiar y de la vida humana en el ámbito de la sociedad".

También le corresponde "fomentar la promoción de la vocación y de la misión de los fieles laicos en la Iglesia y en el mundo, como individuos, casados o no, y también como miembros pertenecientes a asociaciones, movimientos, comunidades" así como la promoción de los fieles laicos "en la catequesis, en la vida litúrgica y sacramental, en la actividad misionera, en las obras de misericordia, de caridad".

Por otro lado, se ocupa de todos los temas relativos a la atención pastoral de las familias, incluyendo la protección de "su dignidad y su bien basados en el sacramento del matrimonio" y favoreciendo "sus derechos y responsabilidades en la Iglesia y en la sociedad civil, para que la institución familiar pueda cumplir cada vez mejor sus funciones tanto en el ámbito eclesial como social".

Así, se ocupa de la "profundización de la doctrina sobre la familia y de su divulgación a través de una catequesis adecuada y favorece, en particular, los estudios sobre la espiritualidad del matrimonio y la familia y su faceta formativa". En este sentido, ofrece "directrices para los programas de formación de los novios que se preparan para el matrimonio y para los recién casados" y "expresa la solicitud pastoral de la Iglesia también en relación con las situaciones llamadas 'irregulares'".

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