El nuevo obispo de Córdoba toma posesión hoy con la intención de "entregarse del todo"

Actualizado: sábado, 20 marzo 2010 9:32

CÓRDOBA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

El obispo electo de Córdoba, Demetrio Fernández, que tomará posesión del cargo este sábado en un acto litúrgico que comenzará a las 12.00 horas en la Catedral de Córdoba, se incorpora al frente de la Diócesis cordobesa con la intención de "entregarse del todo".

Fernández, en cuya toma de posesión tomarán parte el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el nuncio apostólico, el cardenal Renzo Fratini, además de 25 obispos y nueve arzobispos, incluido su antecesor en Córdoba y hoy arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ya dijo a Europa Press cuando conoció su nombramiento como obispo de Córdoba que iba a esforzarse al máximo al objeto de servir adecuadamente a la Diócesis cordobesa y con la esperanza de "poder estar a la altura", pues, según subrayó, Asenjo, "ha dejado el listón muy alto".

En este sentido, Fernández, que dio gracias a Dios por su designación, pues la entiende como "un regalo del Señor" para él y "para su Iglesia", a la vez que agradeció al Papa Benedicto XVI la "confianza" que le ha mostrado al encomendarle la Diócesis de Córdoba, pidió a los cordobeses que "recen al Señor y a la Virgen de la Fuensanta" por él, "para que esté a la altura de servir a una diócesis viva y que tiene mucha vitalidad eclesial".

En relación con esta afirmación, en su primer mensaje a los fieles de Córdoba, Fernández, que ha "oído hablar muy bien de los cordobeses", de su "fe, esperanza y caridad", recurrió a la carta que dirigió el apóstol San Pablo a los cristianos de Tesalónica para lanzar el mensaje a los fieles de la Diócesis de Córdoba de que son un "modelo para todos los creyentes en España y, más allá de nuestras fronteras, la palabra de Dios y vuestra fe en Dios se ha difundido por todas partes", lo cual supone "una enorme responsabilidad", que ahora también compartirá él.

En este contexto, Fernández se enfrenta al reto de que Asenjo, del que dijo ser muy buen amigo, "ha dejado el listón muy alto", siendo prueba de ello "la estima y el cariño que se le tiene en Córdoba" y que son "merecidas, pues es un hombre muy bondadoso, es un pastor bueno y entregado, al que realmente le ha costado mucho irse de Córdoba", y ahora lo que desea el obispo electo de Córdoba, ante las alabanzas que le dedicó en su día Asenjo, es "poder responder a esas expectativas".

Por esta razón, anunció a los cordobeses que "el nuevo obispo quiere entregarse del todo, desde el primer día, a la Iglesia de Dios que está en Córdoba", en el marco del camino que inició hace 35 años, desde su ordenación sacerdotal.

LLAMADA A LA VOCACIÓN SACERDOTAL

Fernández aprovechó para dirigirse a los jóvenes de la Diócesis cordobesa, a los que dijo que "el camino del sacerdocio vale la pena, que es gozoso ejercer el servicio a Dios y a los hombres desde el ministerio sacerdotal", recordando que son necesarios "muchos jóvenes que escuchen la llamada del Señor y respondan con generosidad".

En este sentido, dijo alegrase de que "el Seminario de Córdoba está nutrido y tiene muy buena orientación, pero hay muchos más jóvenes en la Diócesis que, quizás, puedan sentirse llamados" por el Señor, pidiéndoles que "no duden en responder, pues serán muy felices", como lo son "tantos curas y obispos que se han entregado al Señor", incluido él mismo.

DEDICADO A LA IGLESIA

Fernández nació en Puente del Arzobispo (Toledo) el 15 de febrero de 1950. Es maestro de Enseñanza Primaria (1969), licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1980) y doctor en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1974 en Toledo, diócesis en la que desarrolló su ministerio sacerdotal.

Fue vicario parroquial de 'El Buen Pastor' (1974-1977), profesor de Cristología en el Estudio Teológico 'San Ildefonso' (1980-2002), consiliario diocesano de los Movimientos de Acción Católica (1983-1996), vicerrector (1983-1986) y rector (1986-1992) del Seminario 'Santa Leocadia' para vocaciones de adultos, pro-vicario general (1992-1996), delegado episcopal para la Vida Consagrada (1996-1998), párroco de 'Santo Tomé y El Salvador' (1996-2004), delegado Episcopal para la Evangelización y Educación en la Fe y director de los Secretariados Diocesanos de Relaciones Interconfesionales y para la Doctrina de la Fe (1998-2004).

Fue nombrado obispo de Tarazona el 9 de diciembre de 2004. Un mes después tomaba posesión. En la Conferencia Episcopal Española (CEE) es miembro, desde 2005, de las Comisiones Episcopales para la Doctrina de la Fe y para la Vida Consagrada. Es obispo asesor del Orden de las Vírgenes en España.