El número de extranjeros registrados en el padrón municipal en España ha crecido un 400% entre 2000 y 2005

Actualizado: lunes, 14 agosto 2006 19:30


PAMPLONA, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -

El número de extranjeros registrados en el padrón municipal en España ha aumentado por encima del 400% entre los años 2000 y 2005, pasando de 923.870 personas a 3.730.610, respectivamente.

No obstante, este número creciente de inmigrantes "tiene ritmos imposibles de mantener a medio plazo, pues de lo contrario, más de 245 millones de extranjeros vivirían aquí en 2020", indicó José Ramón Valero, profesor de Geografía Humana de la Universidad de Alicante, durante la celebración en la Universidad de Navarra del "X Congreso de la Población Española".

En su ponencia, titulada "La España receptora: algunas transformaciones socioterritoriales en un período de inmigración intensa", José Ramón Valero señaló que la inmigración está en la base de muchos cambios de la sociedad española, y que las instituciones, especialmente las de ámbito local o comarcal, deben tener en cuenta la incidencia del asentamiento de inmigrantes a la hora de abordar cualquier política gubernamental.

"Este país está obligado a no regatear esfuerzos y afrontar esta situación como tarea inaplazable. La gestión de la inmigración se está haciendo en función de la rapidez del fenómeno de manera voluntariosa, casi siempre precipitada, actuando muchas veces como simple apagafuegos", afirmó.

Según señaló, estas cifras de inmigración han convertido a España, en tan solo tres años, en el país europeo receptor de la mayor corriente migratoria. Si bien en 2000 el país tenía una inmigración inferior a la media europea, en la actualidad "el incremento es muy superior al de otros estados tradicionalmente grandes receptores". Esto, a juicio de José Ramón Valero, ha determinado que la población española, pese a su notable baja tasa de fecundidad, crezca en la última década el doble que los principales países europeos.

En esta línea, apuntó cuatro razones básicas de las llegadas: la segmentación del mercado de trabajo; el carácter fronterizo España; algunos cambios socioeconómicos como la terciarización, el auge urbanizador y el creciente trabajo femenino; y, por último, la inestabilidad del marco legal español, "fruto de la total falta de consenso político, que conlleva continuas modificaciones de las leyes y reglamentos, a veces de forma contradictoria y en un plazo extraordinariamente corto".