El obispo de Cartagena afirma que "la unidad de España es un bien moral que corresponde custodiar a todas las personas"

Actualizado: jueves, 26 enero 2006 20:17

Benedicto XVI "rechaza en su Encíclica cualquier fundamentalismo religioso", según Reig Pla

MURCIA, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

El obispo de la diócesis de Cartagena, Juan Antonio Reig Pla, comentó hoy que "la unidad de España, más allá de ser una expresión jurídica, es un bien moral, por lo que corresponde a todas las personas custodiar ese bien", al tiempo que añadió que "además las leyes tienen que salvaguardar esa unidad".

Reig Pla hizo estas declaraciones en la presentación de la primera Encíclica del Papa Benedicto XVI 'Deus Caritas est' ('Dios es amor'), tras ser preguntado por la posibilidad de que ciertos procesos abiertos actualmente en torno a las autonomías estén rompiendo la unión entre los ciudadanos.

En este sentido, Reig Pla manifestó que "la Iglesia mira estos procesos con cierta preocupación, ya que el principio que debe regir las relaciones del Gobierno de la Nación y las autonomías deben basarse en un doble principio: la unidad y la solidaridad".

Por otra parte, Reig Pla "llamó la atención sobre la importancia de esta Encíclica", y anunció que "la vamos a hacer programática en la diócesis de Cartagena". Según el obispo de la diócesis de Cartagena, en esta Encíclica, dedicada al amor, "está la clave de la vida de una persona, que es que alguien pueda amar y pueda ser amado".

Así, argumentó que "no es un amor encerrado, sino que se ha hecho acontecimiento en la vida de las personas. Jesucristo ha venido para amarnos, ese es el fundamento del Cristianismo". Además, en la Encíclica, "el Papa dice que ser cristiano no es una decisión ética, sino que es un acontecimiento: alguien ha venido a amarnos".

FUNDAMENTALISMO.

No obstante, puntualizó que "no se puede utilizar el nombre de Dios en ningún caso para sacar actitudes que sean violentas, de odio, de desprecio a personas o pueblos". Por tanto, "en esta afirmación Benedicto XVI destruye toda posibilidad de fundamentalismo religioso", apostilló.

Asimismo, subrayó que "este amor tiene que ver con nosotros", y explicó que "el principal drama actual, con una sociedad más preocupada en otras cosas, es olvidar que lo más importante para una persona es poder amar y ser amado".

Reig Pla relató que "el Papa, en la primera parte de la Encíclica, lo que quiere desarrollar son las claves del amor divino y humano", y añadió que "el problema de esta cultura postmoderna es que el amor se asienta en el sentimiento y no es sólo eso, es mucho más".

'EROS', 'PHILIA' Y 'AGAPÉ'.

Para ello, continuó, "analiza la terminología griega sobre el amor, en su diversas dimensiones como son 'eros', 'philia' y 'agapé'. 'Eros' significa amor; 'philia' es el amor interpersonal entre personas; y 'agapé', que significa el amor que hemos conocido de Jesucristo, que es un amor sin condiciones y que se entrega hasta el límite".

Así, sobre el amor humano, "el Papa defiende que tiene que ir más allá de ser un impulso instintivo", "lo que en nuestra cultura se llama sexo", aclaró, "pero creo que es una injusticia llamar al amor de las personas simplemente sexo, como una palabra abstracta, es mucho más, es el impulso que lleva a una persona de sí mismo para entregarse a otro", defendió Reig Pla.

De esta forma, "más allá de lo que es el instinto o el sentimiento, el Papa dice que el amor es un dinamismo inteligente, que necesita de la fuerza impulsora de los instintos encauzados, y que descansa en la voluntad la decisión de amar (encauzar bien la libertad en la educación para capacitarnos a amar)", continuó explicando.

El obispo de la diócesis de Cartagena señaló que "se trata de hacer a las personas libres. Hacerlos capaces gobernar su propia persona", ya que, justificó, "quien se deja llevar por los instintos no gobierna, sino que se deja gobernar por ellos; quien se deja conducir simplemente por los sentimientos es dirigido; y sólo los dinamismos inteligentes, es decir, la inteligencia que conoce la verdad y la voluntad que toma la decisión de amar, sin prescindir de los sentimientos y sin anular el instinto humano, sabe encauzar inteligentemente su capacidad de amar".

CARIDAD.

La segunda parte de la Encíclica trata el tema de la caridad, "el amor que más allá de la justicia mira a los ojos de los otros y sabe reconocerlo como hermano, sea quien sea", manifestó, "y desde el punto de vista cristiano, la presencia misma de Jesucristo que a querido quedarse en todos los pobres tal y como se refleja en la parábola del evangelio de San Mateo que dice 'me vistes desnudo y me vestiste; en la cárcel y me visitaste; estaba sediento y me disteis de beber; todo lo que hiciste a uno de estos hermanos pequeños a mi me lo hiciste'".

Reig Pla recordó que los mandamientos de la Ley de Dios se resumen en dos "amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo". "En la primera parte se habla del amor a Dios y en la segunda del amor al prójimo, ya que no se puede amar a Dios sin amar al prójimo", argumentó.

En este sentido, indicó que "el prójimos son todos los demás, sin fronteras ni barreras, todos somos hijos de Dios", al tiempo que añadió que "la Iglesia tiene una organización para llevar a cabo la labor caritativo-social, como es Cáritas". "En esta Encíclica dice que no es una organización, sino que es la propia Iglesia", apostilló.

"La caridad de la iglesia o el amor para aquellos que son pobres, necesitados o inmigrantes, que son los que están más cerca del corazón de la Iglesia porque son los que más la necesitan", apuntó.

Finalmente, preguntado por la posibilidad de que el Papa Benedicto XVI pueda visitar Murcia durante el viaje que realizará a Valencia en julio, Reig Pla comentó que "es factible, pero lo veo muy difícil por todas las peticiones que tiene".