El obispo de Huelva llama a los fieles a rezar por la escasa vocación sacerdotal de la Diócesis

Actualizado: viernes, 24 febrero 2006 20:44

HUELVA, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Huelva, Ignacio Noguer, hizo hoy un llamamiento a los fieles para que, en tiempo de Cuaresma, dirijan sus rezos a la preocupación por la "escasa vocación sacerdotal" existente en la Diócesis de Huelva y que augura un futuro "de tintes negros".

En una carta pastoral para la Cuaresma 2006 remitida a Europa Press, Noguer recordó que, al comenzar la Cuaresma, "la iglesia nos exhorta con sus mismas palabras a 'Convertíos y creed el Evangelio'" y añadió que esta llamada "se dirige a todos sin excepción, pero especialmente a los cristianos, pues, al vivir en un mundo en donde se difunde cada vez más una nueva cultura, vinculada a un cierto relativismo, se nos hace más difícil vivir con total fidelidad la nueva vida en Cristo".

Por ello, consideró "necesario que aprovechemos el tiempo de Cuaresma para hacer un serio discernimiento de la propia vida y, así, mediante la escucha asidua de la Palabra de Dios, la participación más consciente de los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía y una mayor entrega a las necesidades de nuestros hermanos, vivamos una fe adulta que se traduzca en buenas obras.

Noguer expresó su deseo de proponer a toda la familia diocesana que este año, "como reflexión para el itinerario cuaresmal y cercano el Día del Seminario, llevéis ante el Señor la profunda preocupación de vuestro obispo por la grave escasez de vocaciones al sacerdocio que sufre nuestra Diócesis y que dibuja tintes negros a su futuro, si no fuera por la absoluta confianza que tenemos en la gracia de Dios que siempre nos acompaña".

El obispo de Huelva destacó la "importancia de las vocaciones para la vida, el testimonio y la acción pastoral de nuestras comunidades y las dificultades que muchos jóvenes encuentran para responder a la llamada del Señor", pero añadió que "estamos convencidos de que, allí donde se propone la vida cristiana en todo su esplendor y se recorre el camino de la fe, surgen las vocaciones como un regalo y bendición del Señor".

Por ello, destacó que "nuestro empeño en favor de las vocaciones sacerdotales debe ser un gran compromiso común, en el que todos debemos colaborar porque el principal compromiso no puede ser otro que la oración por las vocaciones, que no es ni puede ser fruto de la resignación".